DUBAI, 2 Oct. (Reuters/EP) -
Irán ha expulsado al 'número dos' de la Embajada de Bahréin en Teherán, en respuesta a una orden idéntica de Manama, como parte de una crisis diplomática que ha estallado a raíz del hallazgo de una fábrica de explosivos vinculada a la República Islámica.
El Ministerio de Exteriores de Irán ha emitido este viernes un comunicado --recogido por la agencia de noticias FARS-- en el que declara persona 'non grata' a Bassan al Dosari y le da un plazo máximo de 72 horas para que abandone la nación persa.
El régimen de los ayatolás ha respondido así a las autoridades bahreiníes, que el jueves ordenaron retirar a su embajador en Irán y dieron tres días al encargado de negocios de la República Islámica en Manama para que saliera del país árabe.
La crisis diplomática ha estallado después de que las fuerzas de seguridad bahreínes informaran el miércoles del hallazgo de una fábrica de bombas y detuvieran a varios sospechosos supuestamente vinculados a la Guardia Revolucionaria, fuerza de élite iraní.
"Este descubrimiento es un nuevo incidente que prueba las incansables acciones de Irán para minar la seguridad y la estabilidad de Bahréin y el resto de la región", dijo el jefe de la Policía, Tariq al Hassan, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias BNA.
Las autoridades bahreiníes acusan habitualmente a Irán de fomentar la oposición chií en el país, lo que ha sido rechazado por Teherán, que asegura que únicamente apoya las peticiones de los manifestantes por una mayor democratización.
El emirato, aliado de Estados Unidos y las monarquías del Golfo, ha reprimido violentamente las protestas democráticas. En dicho contexto, impuso la Ley de Seguridad Nacional en marzo de 2011, lo que conllevó la entrada de tropas saudíes y emiratíes en el país para aplastar las protestas.
La oposición ha denunciado en reiteradas ocasiones las medidas violentas utilizadas por las fuerzas de seguridad y ha afirmado que han fallecido más de 80 personas desde el inicio de las protestas, la mayoría de ellas por inhalación de gases lacrimógenos y atropellos de vehículos policiales.
