DUBLIN 9 May. (EP/AP) -
Un juez irlandés autorizó hoy a una adolescente de 17 años embarazada de 4 meses y que se encuentra bajo tutela del Estado a viajar a Inglaterra para someterse a un aborto debido a los problemas que presenta el feto, que sólo sobreviviría unos días tras el nacimiento.
El caso de 'Miss D', como la adolescente de Dublín ha sido identificada en el tribunal, ha reabierto el debate en la predominantemente católica Irlanda sobre si debería legalizarse el aborto, al menos en determinadas circunstancias.
El juez del Tribunal Superior Liam McKechnie escuchó la semana pasada los argumentos de las tres partes: la chica y su madre, que quieren que se practique el aborto por los graves problemas que presenta el feto; sus tutores legales en el Servicio Ejecutivo de Salud del Gobierno, que inicialmente se oponían a su deseo de abortar pero que han suavizado su postura; y los abogados designados por el fiscal general, Rory Brady, para representar el derecho a la vida del feto.
Irlanda, cuya Constitución prohíbe el aborto, en 1992 legalizó el recibir información sobre los servicios de aborto en el extranjero y viajar a someterse a ello a Inglaterra, donde la práctica se legalizó en 1967. No obstante, sigue siendo ilegal facilitar un aborto en casos en los que la vida de la madre no corre peligro.
La adolescente, que se encuentra bajo la custodia del Servicio Ejecutivo de Salud desde enero tras una sobredosis, descubrió mientras estaba hospitalizada que estaba embarazada. En un examen en abril, los médicos descubrieron que el feto presentaba una anormalidad poco frecuente por la cual nacería sin parte de su cerebro y moriría rápidamente.
En un histórico veredicto en 1992 del Tribunal Supremo, este consideró que los abortos deberían ser legales en Irlanda en casos en los que la continuación del embarazo amenazara la vida de la mujer, incluso por la propia amenaza de que ésta se suicidara. Sin embargo, los sucesivos gobiernos del país han rechazado aprobar una legislación en línea con este veredicto.
El equipo legal de 'Miss D' afirma que la joven no tiene intenciones suicidas, pero le angustia la idea de verse forzada a seguir adelante con el embarazo hasta el final sólo para ver cómo fallece su hijo tres días después.
Los abogados del Servicio de Salud argumentaron que la agencia estaba dispuesta a autorizar a la joven a viajar a Inglaterra, pero sólo si un tribunal lo aprobaba, ya que de lo contrario, los tutores de la joven podrían ser considerados culpables de un delito.