Israel amplía su ofensiva militar y Hezbolá acepta el despliegue de tropas del Ejército libanés

Actualizado: jueves, 10 agosto 2006 2:01


JERUSALÉN/BEIRUT, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno israelí decidió ayer dar luz verde a la ampliación de sus operaciones terrestres en territorio libanés, autorizando al Ejército a penetrar a hasta 30 kilómetros de la frontera, donde continúan los combates con Hezbolá. Precisamente, la milicia chií anunció horas después que aceptaba el despliegue en esa zona del Ejército libanés. Mientras, la comunidad internacional prosiguió con los esfuerzos diplomáticos para intentar sacar adelante una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que ponga fin a las hostilidades, aunque el primer ministro libanés, Fuad Siniora, expresó sus dudas de que esto sea posible "hoy o mañana".

El gabinete de seguridad israelí aprobó la ampliación de la ofensiva militar terrestre en el sur de Líbano, que se espera durará 30 días, en un nuevo intento por acabar con Hezbolá, según indicó el ministro israelí Eli Yishai.

La decisión recibió el visto bueno de nueve ministros mientras que los tres restantes se abstuvieron. El gabinete autorizó que las tropas avancen hasta el río Litani, a unos 30 kilómetros de la frontera con Israel. En la actualidad, unos 10.000 soldados se enfrentan con los milicianos de Hezbolá en una franja de 6 kilómetros en la frontera.

Durante la reunión, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, telefoneó al primer ministro israelí, Ehud Olmert, y los dos estuvieron hablando durante media hora, tras lo cual, el mandatario volvió a la reunión y anunció que comenzará un nuevo proceso diplomático de forma simultánea a la operación militar y que se va a redactar un nuevo borrador de resolución del Consejo de Seguridad para intentar hacer frente a las preocupaciones de Líbano, según el ministro.

Poco después de conocerse la decisión del Gobierno israelí, una columna de tanques y vehículos armados hebreos cruzaron hacia el sur de Líbano desde la localidad israelí de Metulla, amparándose en fuego de artillería y ataques aéreos, según informaron testigos presenciales de Burj al Muluk.

Al menos 10 tanques y vehículos armados y dos excavadoras, utilizadas para limpiar minas y cavar posiciones de tanque, fueron vistas cruzando la valla fronteriza, agregaron las mismas fuentes.

El Ejército israelí ocupó posiciones dentro de territorio libanés, concretamente en una colina, y los soldados destruyeron varias casas en su avance.

La zona se encuentra a unos cinco kilómetros en el interior de Líbano, en torno a la ciudad de Marjayún, en el sur. Poco antes, las fuerzas de paz de la ONU (FINUL) que mantienen posiciones a lo largo de la frontera aseguraron que disponían de informaciones sobre la concentración de tropas israelíes en las áreas de Manara y Metulla, en el lado israelí.

Igualmente, misiles disparados desde barcos israelíes situados en la costa libanesa alcanzaron los suburbios del sur de Beirut, precisamente cuando se celebraba un funeral por algunas de las 41 víctimas que fallecieron en bombardeos israelíes hace tres días en Chiah, señaló la Policía.

NUEVA INTERVENCIÓN DE NASRALÁ

Mientras, el líder de Hezbolá, el jeque Hasán Nasralá, aseguró que la milicia apoya firmemente la propuesta del Gobierno libanés de desplegar a 15.000 soldados en el sur del país una vez que se alcance un alto el fuego e Israel saque a sus fuerzas de allí.

"En el pasado solíamos oponernos o no estar de acuerdo con el despliegue del Ejército en las fronteras... porque estábamos preocupados por el Ejército.... Estamos de acuerdo en el despliegue del ejército, pero no ocultamos nuestro miedo a ello", agregó Nasralá en un discurso difundido esta tarde por la cadena de televisión Al Manar, portavoz de Hezbolá.

Sin embargo, rechazó la propuesta de la comunidad internacional de enviar una fuerza de pacificación al sur de Líbano. "Este (el despliegue del Ejército libanés) es la alternativa mejor y más conveniente que el despliegue de tropas internacionales", afirmó.

Asimismo, desestimó el proyecto de resolución presentado hace unos días por Estados Unidos y Francia, calificándolo de "injusto". "Daba a Israel más de lo que quería y de lo que estaba buscando", valoró. Al respecto, apoyó la propuesta de paz del Gobierno libanés e impulsó a Beirut a no claudicar ante la presión de Estados Unidos.

RESOLUCIÓN

Por otra parte, el Consejo de Seguridad de la ONU continúa esperando un borrador de resolución que votar dadas las discrepancias que los países árabes, en nombre de Líbano, presentaron ayer ante el organismo, y que subrayaron lo inaceptable del documento presentado el pasado sábado por Estados Unidos y Francia.

Un día después de la reunión con los representantes de los países árabes las discrepancias han surgido ahora entre los dos patrocinadores de la resolución que tiene como objetivo alcanzar un alto el fuego que ponga fin a las hostilidades entre Israel y la milicia chií libanesa Hezbolá, que se ha cobrado la vida ya de más de 1.000 personas.

Los países árabes exigieron el martes que cualquier documento que emane del Consejo de Seguridad y busque el cese de la violencia debe reflejar la necesidad de que Israel retire los 10.000 efectivos militares que actualmente mantiene en Líbano, algo que Beirut considera que es comparable con una invasión de su territorio.

Líbano desea incorporar a la resolución de Francia y Estados Unidos un programa de siete puntos que contemple un alto el fuego completo, la retirada de las tropas israelíes de su territorio, el reforzamiento con un contingente internacional de la frontera con Israel y la administración del sector de las granjas de Cheeba.

Mientras que Estados Unidos se resiste a presionar a sus aliados israelíes para forzar la retirada de las tropas y considera aún válido el documento presentado el sábado y avalado por el presidente, George W. Bush, Francia se ha mostrado partidaria de tener en cuenta las objeciones presentadas por los países árabes.

Muy escéptico se mostró el primer ministro libanés, Fuad Siniora, quien aseguró que no se ha hecho ningún progreso para poner fin a las cuatro semanas de enfrentamientos, añadiendo que no espera una acción por parte de la ONU en los dos próximos días.

Siniora indicó a la prensa que hay contactos en varios frentes para acabar con la violencia pero "no hay nada nuevo hasta ahora". Preguntado sobre si espera que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una resolución hoy, dijo que no espera que esta sea aprobada "hoy o mañana".

Mientras, el presidente francés, Jacques Chirac, consideró ayer que abandonar los esfuerzos para garantizar un alto el fuego inmediato en Líbano sería la respuesta "más inmoral" posible por parte de la comunidad internacional.

Asimismo, criticó implícitamente las reservas estadounidenses sobre reclamar un cese inmediato de las hostilidades. "La más inmoral de las soluciones sería aceptar la situación actual y abandonar un alto el fuego inmediato", afirmó el presidente francés, tras el encuentro con el primer ministro, Dominique de Villepin, el ministro de Exteriores, Philippe Douste-Blazy, y la de Defensa, Michelle Alliot-Marie, para abordar la situación en Líbano.

La guerra entre Israel y Hezbolá entró ayer en su quinta semana con más de un millar de muertos a sus espaldas, la mayoría civiles. Ayer perdieron la vida 11 soldados israelíes en enfrentamientos con Hezbolá cerca de la frontera en el sur de Líbano, según Al Yazira.

Mientras, el Ejército israelí atacó ayer por la mañana el mayor campamento de refugiados palestinos de Líbano, terminando con la vida de al menos dos personas e hiriendo a otras cinco, según señalaron fuentes oficiales. Finalmente, siete personas, seis de ellas miembros de una misma familia, fallecieron en una incursión israelí en el valle Bekaa.