Actualizado: lunes, 3 diciembre 2012 18:19


JERUSALÉN, 3 Dic. (Reuters/EP) -

El Gobierno israelí ha asegurado este lunes que no tiene intención de dar marcha atrás en su decisión de autorizar la construcción de 3.000 viviendas en Cisjordania y Jerusalén Este a pesar de la críticas que ha recibido de la comunidad internacional por una decisión adoptada apenas unas horas después de que la Asamblea General de la ONU aceptase a Palestina como Estado observador no miembro.

"Israel continuará defendiendo sus intereses vitales, incluso frente a la presión internacional, y no habrá cambios en la decisión que se ha adoptado", ha informado un responsable de la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Reino Unido, Francia, Suecia y España han convocado este lunes a los respectivos embajadores israelíes para transmitirles su malestar por la decisión del Gobierno de Netanyahu de autorizar la construcción de 3.000 viviendas en Cisjordania y Jerusalén Este.

El Gobierno israelí aprobó esta expansión de los asentamientos en territorios palestinos poco después de que la Asamblea General de Naciones Unidas decidiera aceptar como Estado observador no miembro a Palestina.

Otros proyectos anteriores para ampliar los asentamientos israelíes en territorios ocupados por Israel en la guerra de 1967 y que los palestinos confían en recuperar para la construcción de su estado han sido también recibidos con críticas internacionales.

En este caso, el plan contempla la "delimitación preliminar y los trabajos de planeamiento" para construir viviendas en la denominada zona E1 de Jerusalén. Si Israel cumpliera sus planes y construyera viviendas en esta zona dejaría dividido en dos el territorio de Cisjordania, minando las esperanzas de los palestinos de poder crear su futuro estado.

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