Israel podría adoptar "respuestas diferentes" en una nueva guerra con Hezbolá

Europa Press Internacional
Actualizado: jueves, 14 diciembre 2006 14:09

KIRIAT SHMONA, 14 Dic. (EUROPA PRESS/Leyre Guijo) -

La guerra del verano pasado contra la milicia chií libanesa de Hezbolá sigue muy presente en las mentes de los israelíes, sobre todo de sus militares, cuando se cumplen cinco meses del alto el fuego que puso fin a la contienda. De hecho, son muchos en Israel, principalmente en el Ejército, los que piensan que podría producirse una "segunda ronda" en el conflicto con esta milicia, entre ellos el teniente coronel Eshkol, subcomandante de la región en la que se encuentra Kiriat Shmona, en el norte del país.

Sin embargo, según este oficial, puede que esta vez los soldados israelíes no muestren la misma "contención" que en esta ocasión, en la que, afirma, el código ético de los militares les llevó a "no arrasar" las ciudades libanesas.

"Las reacciones bélicas anteriores a este verano a los ataques de Hezbolá fueron muy comedidas", explica a un grupo de periodistas españoles de visita en Israel. "No quisimos atacar con la fuerza que tenemos para no provocar una respuesta" y todo ello pese a que el Ejército israelí sabía que Hezbolá se estaba dotando de posiciones junto a la frontera y que controlaban todo lo que ocurría del otro lado de ésta. "No respondimos a esta provocación, aunque suponía una amenaza" y se optó por "resistir y aguantar".

Por eso, tras desbaratar dos intentos de secuestro de militares israelíes por parte de la milicia libanesa, "creíamos que estábamos preparados para este tipo de actos, pero a la tercera ocasión tuvieron suerte", lamenta, explicando que él mismo conocía a los dos soldados que fueron capturados y que desea que sean liberados con vida. Ahora, además, al secuestro siguieron bombardeos con cohetes Katiusha contra el norte de Israel por lo que el Gobierno "decidió que esta vez no se mide la respuesta".

Eshkol, que no quiso revelar su apellido por razones de seguridad, admitió que los israelíes siempre están preparados para una guerra, pero "no pensábamos que esta guerra iba a suceder tan rápido". En todo caso, y pese al efecto sorpresa, Hezbolá "sufrió un golpe fuerte y perdió unos mil hombres, aunque esto no se quiera hacer público". En su opinión, "en el aspecto bélico directo Israel ganó a Hezbolá", y justificó esta afirmación en el número de bajas de cada bando.

"Ahora, el análisis estratégico en Israel dice que va a haber otra vuelta con Hezbolá", entre otras cosas porque no se deshizo de sus armas e incluso recibe armas nuevas, señaló, pero si llegara a producirse una nueva guerra, previno de que "nos enfrentaríamos en unas dimensiones diferentes" y habría que buscar "respuestas diferentes", si bien no quiso precisar cuáles podrían ser esas respuestas.

En este sentido, subrayó que "Israel no aprovechó toda su fuerza en la última guerra" puesto que con su capacidad "si hubiera querido una guerra total habría dejado Líbano sin luz y agua, y no lo hicimos" y de hecho, agregó, "hicimos mucho esfuerzo para evitar disparar contra centros civiles".

"Si hubiéramos querido llegar a Beirut, estaríamos allí", remachó. Sin embargo, el Ejército israelí tiene un "código ético que no da permiso para hacer esto" por mucho que en algunos momentos, reconoció, los oficiales pensaran en "arrasar los pueblos libaneses". Esto, además, "nos llevó a asumir muchos riesgos con nuestros soldados".

Por otra parte, el oficial israelí, que está a cargo de la frontera oriental con Líbano --justo frente a la zona en la que están desplegadas las tropas españolas--, consideró que "la presencia del Ejército libanés y la Fuerza Interina de la ONU para Líbano (FINUL)", en virtud del acuerdo de alto el fuego, "ha limitado la actuación de Hezbolá". Antes de la guerra, indicó, "la ONU no hacía casi nada, estaban pasivos", pero ahora, resaltó está manteniendo una posición más "neutral" por lo que, "si sigue así, puede ayudar mucho a la aplicación del alto el fuego".

ACTUACIÓN DE LA FINUL

En este sentido, alabó la actuación que están realizando los soldados españoles que se encuentran en Marjayun, a escasos kilómetros de Kiriat Shmona, porque "entendieron que tienen que ser neutrales y se toman en serio las demandas planteadas por Israel".

A este respecto, agradeció su intervención ante los ataques continuados con piedras que los trabajadores agrícolas de la zona de Metula, última localidad israelí antes de la frontera, sufrían a diario desde el otro lado de la valla, que los interrumpieron. Asimismo, destacó la cooperación entre el Ejército israelí y la FINUL con intercambio de información y la realización de patrullas conjuntas.

El teniente coronel israelí aprovechó su encuentro con los periodistas españoles para pedir que "los medios internacionales fueran un poco más equilibrados" en su cobertura de la guerra, pero principalmente se mostró "enojado" con la cobertura que hicieron de la contienda los medios israelíes. "Perdieron el equilibrio y olvidaron que el país está luchando por su vida", lamentó, al tiempo que consideró que "tuvieron mucha influencia en esta guerra, ya que sólo hablaban de las bajas de soldados israelíes, con el efecto sentimental que ello tiene".

Eskhol nació y se crió en Kiriat Shmona, ciudad que sufrió durante la reciente guerra el impacto de alrededor de un millar de cohetes Katiushas de Hezbolá. Sus alrededor de 24.000 habitantes han rehecho sus vidas en los últimos cinco meses y en sus calles aparentemente reina la normalidad.

De hecho, y en virtud de la legislación israelí, apenas quedan rastros de los destrozos provocados por los cohetes, ya que aproximadamente el 97% las casas alcanzadas fueron reconstruidas inmediatamente, ya que el Estado está obligado a reconstruir las casas de aquellos ciudadanos que las pierdan como consecuencia de actos terroristas. Sólo en los alrededores se aprecian los efectos de los incendios forestales que provocaron los Katiushas.

También las escuelas volvieron a la normalidad. En una de ellas, los niños se preparan ahora para la fiesta judía de Hanuka, preparando actuaciones y cantos, aunque siguen teniendo muy vivo en su recuerdo, según sus profesoras y ellos mismos, los trágicos días vividos el pasado verano, aunque algunos de ellos tuvieron la suerte de ser trasladados a campamentos en el sur.

Para ellos, la guerra les ha traído nueva inversión del Estado en su escuela, en particular en sus refugios, que han sido dotados con nuevos ordenadores, mejorados y actualizados, algo de vital importancia para una ciudad que, como Kiriat Shmona, no se encuentra en el centro rico de Israel y donde sus habitantes son de clase mayoritariamente baja.

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