JERUSALÉN, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
El ministro israelí de Defensa, Amir Peretz, aseguró hoy que ha ordenado al Ejército que refuerce su ofensiva contra las plataformas de lanzamiento de cohetes de la milicia Hezbolá en Líbano si el proceso diplomático no produce avances.
"Estamos en una de las etapas más decisivas de esta guerra", declaró Peretz ante el alto comité parlamentario sobre cuestiones de seguridad.
El ministro manifestó que, ante la ausencia de un acuerdo diplomático, había instado al Ejército a "tomar el control" de las plataformas de lanzamiento "en cualquier parte donde estén para reducir al mínimo el lanzamiento de cohetes 'katiusha' y conducir a los israelíes hasta los refugios".
Peretz afirmó además que Israel está decidido a detener el lanzamiento de cohetes contra el norte del país, a través de medios políticos o militares, pero que se estaba conteniendo debido a los esfuerzos diplomáticos para solucionar la crisis. "Los dos caminos continúan en paralelo, y espero que los objetivos sean alcanzados", anotó.
"Si el proceso político puede detener el tiroteo, Israel puede decir que su operación cambió la ecuación de la situación en el norte", consideró.
BUSH DEFIENDE EL BORRADOR DE LA RESOLUCIÓN DE LA ONU
Por otra parte, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, afirmó hoy que la violencia "debe parar" a pesar de que Israel y la milicia libanesa Hezbolá puedan no estar de acuerdo con la resolución que el Consejo de Seguridad estudia desde el pasado sábado y que se encuentra pendiente de rectificación antes de pasar a ser votada por sus quince miembros.
"La violencia debe detenerse" declaró el presidente Bush durante una rueda de prensa celebrada en su rancho texano de Crawford donde pasa las vacaciones veraniegas. La emisión del discurso, en el que también participó la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, ante los periodistas del presidente se realizó sólo con audio sin imágenes del acto.
El presidente estadounidense aseguró que Estados Unidos y sus socios en el Consejo de Seguridad continúan trabajando en una resolución que pueda convencer a las partes implicadas en el conflicto de detener la violencia. Según el líder republicano, se trata de asegurar la soberanía de Líbano y una seguridad duradera para la región.
Francia y Estados Unidos presentaron el pasado sábado un proyecto de resolución que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad estudiaron durante el fin de semana. Pese al apoyo anunciado de Israel, la resolución cuenta con el rechazo árabe ya que no hace alusión a la retirada de tropas israelíes de territorio libanés.
Rice, que está previsto viaje a Nueva York para asistir a las negociaciones y votación de la resolución señaló que el texto redactado supone "una buena base que todas las partes pueden aceptar". Según el documento, Israel se comprometería a suspender los ataques pero se reservaría el derecho a responder si Hezbolá ataca su territorio.
Líbano, que considera inaceptable la presencia de las tropas israelíes en su territorio, exige su retirada como parte integrante del texto. La secretaria Rice afirmó que cuando se inició el conflicto nadie contaba con que se fuera a discutir de la presencia de tropas en territorio ocupado de Líbano.
Para el presidente norteamericano la resolución puede no contentar al cien por cien a Líbano e Israel pero supone un paso adelante para el cese de la violencia, reforzar la soberanía de Líbano sobre su territorio y acabar con el dominio de Hezbolá sobre su territorio, actuando como un estado dentro del estado libanés.
"Pase lo que pase en Naciones Unidas se deben evitar vacíos que permitan a Hezbolá rearmarse", señaló Bush. Para Rice está claro que los negociadores coinciden en que el Ejército libanés debe contar con una fuerza de apoyo internacional "de forma que no se retroceda a la misma situación que se tenía hace cuatro o cinco meses".
El presidente Bush continuó culpando a los Gobiernos de Siria e Irán de apoyar a la milicia libanesa Hezbolá lo que ha facilitado "el caos con el objetivo final de detener los avances democráticos". Confirmó contactos de bajo nivel con la Diplomacia Siria pero aseguró que las conversaciones no habían sido positivas.