ROMA 7 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
El presidente del Gobierno estounidense, Silvio Berlusconi, y el presidente de la Cámara de los Diputados, Pierferdinando Casini, finalmente no acudirán a la audiencia que el Papa Benedicto XVI concederá a los miembros del Partito Popular Europeo (PPE) a finales de marzo, tras las protestas de la oposición que criticaba la visita al Pontífice algunos días antes de las elecciones generales del 9 de abril.
"No haré ninguna visita. Se trata de una audiencia solicitada el pasado 20 de septiembre por el grupo del PPE y del que yo no formo parte y por tanto no estaré. La polémica la ha montado la izquierda que ve cualquier cosa con preocupación ante las elecciones", comentó anoche el presidente del Gobierno, interviniendo en un programa de televisión.
Sin embargo, según el diario 'La Repubblica', la audiencia con Berlusconi estaba confirmada por lo que el Vaticano habría invitado a través de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) a Berlusconi a "reflexionar" sobre su presencia en esta audiencia, ya que ponía en compromiso a la Santa Sede, que no recibe a jefes de gobierno antes de las elecciones.
Por su parte, Casini emitió un comunicado en el que renunciaba a la audiencia que se realizará el 30 o 31 de marzo a unos 200 miembros del PPE, que en esos días estarán reunidos en Roma, y entre los que se encontrará Mariano Rajoy.
La oposición del centro izquierda criticó duramente que algunos días antes de las elecciones generales que se celebrarán el 9 de abril, Berlusconi y Casini, uno de los líderes del UDC, fueran recibidos en audiencia por el Papa Benedicto XVI, como miembros de la delegación del PPE.
La noticia de que el Papa recibiría a Berlusconi y Casini fue criticada por toda la oposición del centro izquierda que consideró que se trataba de un gesto para darse publicidad antes de las elecciones. El secretario de Democráticos de Izquierda (DS), Piero Fassino, acusó a los miembros de la coalición de mayoría de querer "utilizar una visita al Papa con fines electorales" y añadió "que se trata de un gesto irrespetuoso sobre todo con el Pontífice".
Fassino pidió que los políticos italianos renuncien a la audiencia. "Un político se tiene que comportar como tal y tener pleno respeto con el Papa y no tendría que utilizar e instrumentalizar esta visita para fines propios", añadió.
El mensaje de Fassino también estaba dirigido a uno de los aliados en la coalición de centro izquierda que se presentará a las elecciones, el secretario del partido UDEUR, Clemente Mastella, que sin embargo, como miembro del PPE no renunció a la reunión con Benedicto XVI.