ROMA, 26 Ene. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
El presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, aceptó la petición del presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, de retrasar la disolución del Parlamento, al anunciar hoy la convocación de los presidentes de las Cámaras para el próximo 11 de febrero (y no el 29 de enero como previsto) y confirmó, "como fecha inamovible", el 9 de abril para la celebración de las elecciones.
Ciampi recibió hoy a Berlusconi para volver a afrontar la cuestión de las dos semanas de margen que pedía el presidente del Gobierno para poder aprobar algunas leyes que se están discutiendo en el Parlamento, ya que según lo que prevé la Constitución, las Cámaras se tienen que disolver 60 días antes de las elecciones, por lo que el próximo 29 de enero habría sido el último día de la legislatura.
Después de la polémica desatada estos días, ante las posibilidad comentada por el presidente del Gobierno de retrasar la fecha de las elecciones si no se le daban dos semanas más de tiempo, Berlusconi decidió aclarar algunos malentendidos hoy con Ciampi.
Con el anuncio de hoy, Ciampi acepta de esta manera las dos semanas que pedía Berlusconi y que confirmó hoy que servirán para aprobar dos leyes, la que regulará las interceptaciones telefónicas y la llamada Ley de 'inapelabilidad', que prevé que los fiscales no puedan apelar las sentencias de absolución, y que el presidente de la República italiana, Carlo Azeglio Ciampi, no ratificó al considerarla "anticonstitucional".
La oposición se había opuesto fuertemente al cambio de fecha del término de la legislatura, al comentar que esto permitiría a Berlusconi aprobar leyes como la de la "inapelabilidad" que consideran beneficia al presidente del Gobierno ya que impediría que los fiscales apelaran algunas sentencias en las que fue absuelto, así como se repetiría en algunos juicios que tiene pendiente.
Según declaraciones de Berlusconi, antes de reunirse con Ciampi, el retraso de la disolución del Parlamento "no da al Gobierno más tiempo sino que evita que se acorte el tiempo de la actividad parlamentaria", ya que según el presidente del Gobierno la necesidad de adelantar las elecciones al 9 de abril, para que no coincidiesen con los comicios locales, recortó los días de la legislatura.
