ROMA, 27 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
Los líderes del centro-izquierda, Romano Prodi, y del centro-derecha, el presidente del Gobierno Silvio Berlusconi, han centrado sus acusaciones en la fase final de la campaña electoral sobre cuál será la coalición que si llega al poder subirá los impuestos a los italianos.
El tema de los impuestos se ha convertido en el arma arrojadiza entre los dos candidatos a las elecciones generales que se celebrarán el próximo 9 de abril en Italia. Berlusconi acusó hoy a la coalición de Prodi durante un programa radiofónico de querer reducir en cinco puntos la llamada "brecha fiscal" --que es la diferencia entre los costes salariales para la empresa y el salario neto percibido por el trabajador--, lo que "significaría tener que recaudar 10 millones de euros al año con un consecuente aumento de la presión fiscal".
Además, Berlusconi acusó "al centro-izquierda de querer intervenir masivamente en el control de la economía y de la vida social. Está emergiendo la voluntad de la oposición de crear 45 organismos de control, lo que supondrá un aumento de los gastos del Estado, que nosotros queremos reducir".
El presidente del Gobierno atacó además la hipótesis de que la izquierda quiere "introducir los impuestos de herencia a partir de 250.000 euros". "La izquierda considera que la propiedad no es un derecho, pues también aumentará las estimaciones catastrales y los impuestos sobre los inmuebles", agregó. Asimismo, Berlusconi anunció su plan de reducir los impuestos sobre las empresas.
Ante las acusaciones de Berlusconi, el líder de la coalición que engloba a los partidos del centro-izquierda "La Unión" calificó de "guerra del terror" las declaraciones realizadas por el presidente del Gobierno.
"Lo hemos dicho ya mil veces que el problema de los impuestos no es verdad. Quien ha vendido sueños ahora quiere vender miedo. Creo que ha llegado la hora de que los electores escuchen nuestro programa y no sus mentiras", contestó Prodi.
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