ROMA 3 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
El ministro de Exteriores italiano, Gianfranco Fini, afirmó hoy que el dirigente libio, Muamar Gadafi, no está ayudando a calmar las protestas tras los incidentes de hace unos días en la ciudad libia de Benghazi contra el consulado italiano, después de que ayer el coronel comentara en un mensaje a la nación que se podría haber nuevos asaltos a objetivos italianos si no se indemniza a Libia por el periodo colonial.
"Las palabras de Gadafi no tienen que impresionarnos porque está claro que se trata de un mitin a sus compatriotas más que una responsable toma de posiciones en el terreno internacional", afirmó Fini hoy en un comunicado.
Fini respondió así al mensaje de ayer de Gadafi en el que comentando el asalto al consulado italiano en Benghazi, en el que murieron 14 personas tras la intervención de la Policía, explicó que "el objetivo era asesinar al cónsul italiano". Asimismo, dijo que "se podrán producir nuevas amenazas si Italia rechaza indemnizar a Libia por lo que hizo durante el periodo colonial, cuando fueron asesinados miles de libios".
El ministro de Exteriores italiano añadió que en este asunto, Italia quiere proseguir con los acuerdos ya firmados con el Gobierno libio "pero es evidente que el empeño tiene que ser recíproco y no está llegando ninguna ayuda en esta dirección tras las últimas palabras del coronel Gadafi".
En cuanto a las relaciones italo-libias, "la posición italiana es la de cerrar definitivamente el capítulo histórico del pasado colonial con medidas altamente significativas, además de las ya realizadas o las que se está realizando, que acordaremos con Libia", precisó el ministro.
Además, el jefe de la diplomacia italiana pidió que Libia cumpla con sus compromisos firmados de conceder sin discriminación los visados a los refugiados italianos, que tuvieron que abandonar el país, así como "la búsqueda por parte libia de una solución aceptable en el contenciosos sobre los créditos a las empresas italianas y que se termine con las limitaciones a las sociedades italianas en este país".
Ambos gobiernos discuten desde hace tiempo sobre el resarcimiento de los daños causados durante la dominación colonial italiana, y por los que Libia exige una fuerte indemnización, mientras que también está pendiente el tema de la deuda libia a empresas italianas, que alcanza los 850 millones euros, así como la concesión de visados a los italianos que fueron expulsados con la proclamación de la independencia.