ROMA, 29 Ago. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
Uno de los dos turistas italianos, Claudio Chiodi secuestrados hace ochos días en Níger, explicó en una llamada telefónica al diario 'Corriere della Sera' que su liberalización fracasó por la intromisión del Gobierno nigerino.
Claudio Chiodi e Ivano de Capitani permanecen secuestrados desde hace más de una semana, cuando una banda del desierto en Níger decidió retenerles mientras ponían en libertad al resto de los componentes del grupo turístico, tras robarles todos los objetos de valor.
El 'Corriere della Sera' pudo ponerse hoy en contacto con Chiodi a través de un teléfono y éste explicó que todo parecía preparado para su liberación y que se disponía a encontrarse con el enviado del Ministerio italiano de Exteriores, Giovanni Davoli, que viajó a la zona para seguir el caso, cuando el Gobierno nigerino "se metió en medio, pretendió hacer todo y bloquearon las negociaciones".
"Davoli tenía que acudir a la cita con los secuestrados y, sin embargo, los nigerinos le consintieron que se reuniera sólo con los delegados gubernamentales", explicó Chiodi, que añadió que los captores "no piden dinero, ni independencia y sólo quieren que se les reconozca como pueblo, como los tuareg".
Durante todo el día de hoy se han publicado noticias sobre su liberación inminente, pero el Ministerio de Exteriores ha precisado que "aún no se dan las condiciones para la conclusión del secuestro" y que siguen en contacto con las autoridades del país africano.
El grupo turístico formado por 21 italianos, un alemán y un japonés, sufrió la emboscada el lunes de la semana pasada en la zona desértica del sureste de Níger, cerca de la frontera con Chad. Allí, se les sustrajeron todos los objetos de valor y fueron abandonados al día siguiente con dos jeep para que pudieran salir del desierto.
Los turistas liberados comentaron que no sufrieron ningún tipo de violencia y que decidieron continuar su viaje hacia Argelia. Uno de los turistas liberados, Mauro De Vecchis, explicó que pidieron a dos personas que les siguiesen porque el general del grupo quería pedirles excusas por todo lo causado y que después serían liberados.
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