ROMA 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las expresiones de dolor de distintos líderes políticos italianos se unió este domingo a las del Papa Benedicto XVI y a la del padre del bebé asesinado un día después del descubrimiento del cuerpo sin vida del pequeño Tommasso Onofri en las proximidades de Parma.
Paolo Onofri, padre del niño muerto, señaló en un tono conciliador que prefiere "buscar un lado positivo y pensar que el sacrificio de Tommy ha servido para mover las conciencias".
Desde el Vaticano, el Pontífice indicó que "somos todos culpables de lo sucedido con el pequeño Tommasso, bárbaramente asesinado", y pidió "una oración por él y por todas las víctimas de la violencia".
Entre los políticos que se refirieron al suceso, el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, fue uno de los más contundentes en su condena, afirmando que "cada familia italiana llora la muerte de Tommasso porque la vida es siempre sagrada, y más la de un niño".
Por su parte, el presidente italiano, Silvio Berlusconi, calificó de "horror" lo sucedido. "Horror y conmoción, estos son los sentimientos con los que todos nos hemos encontrado tras la muerte del pequeño Tommasso. Es un hecho que nos deja sólo el silencio", dijo.
Además, el presidente de la Cámara, Pier Ferdinando Casini, también en plena campaña electoral en vistas a los comicios presidenciales italianos, destacó que "si no fuese cristiano sería verdaderamente favorable a la pena de muerte".