ROMA 23 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
El presidente del Gobierno italiano, Romano Prodi, llamó hoy la atención a sus ministros para que dejen de expresar su opiniones en entrevistas a los periódicos y manifiesten sólo las decisiones que se hayan tomado, después de que el Vaticano expresase su malestar por unas declaraciones de dos ministras apoyando las uniones civiles entre homosexuales y la experimentación con la píldora abortiva Ru-486.
"Hemos pedido seriedad en el Gobierno y esto quiere decir trabajar bajando la cabeza y hablando cuando se tome una decisión. Los ministros no pueden expresar opiniones, tienen sólo que exteriorizar decisiones y sus consecuencias", declaró a la prensa durante un descanso del debate en la Cámara de Diputados antes de la votación de confianza de su gabinete.
Prodi comentó que se necesita "rodaje" y que de esto se hablará en el cónclave de ministros que ha convocado para principios de junio. "Se llegará a una filosofía común porque el papel del ministro es el de ser un miembro de un equipo que tiene que realizar acciones. Es diferente al de un parlamentario. Hay que bajar la cabeza y pedalear", añadió Prodi.
Al parecer, a Prodi le han molestado algunas declaraciones aparecidas en la prensa de algunos de sus ministros, en especial la de la ministra de Familia, Rosy Bindi. La titular de esta cartera defendió la necesidad de una legislación que reconozca las uniones civiles de heterosexuales y homosexuales basada en el Pacto civil de Solidaridad francés (PACS) y que ya desató las críticas del Vaticano, que calificó la posición de "indefendible" en un artículo publicado ayer en el diario oficial 'L'Osservatore romano'.
Además, otra de las seis ministras del nuevo Ejecutivo, la de Sanidad, Livia Turca, se expresó a favor de la experimentación con la píldora abortiva Ru-486.