El líder del centro-izquierda italiano coincide con Zapatero en su política mediterránea pero no comparte su política social
MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
El líder de la coalición de centro-izquierda italiana 'La Unión', Romano Prodi, prometió hoy que si su coalición gana las elecciones generales en Italia del próximo 9 de abril cambiará las leyes que regulan los medios de comunicación del país así como las que se introdujeron 'ad persona' para beneficiar entre otros al actual presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi.
Prodi, que se encuentra en Madrid para mantener reuniones con el mundo empresarial y político español, participó esta mañana en el Foro Europa de Nueva Economía, durante el que admitió que el control que Silvio Berlusconi mantiene sobre los medios de comunicación italianos, principalmente sobre la televisión --es propietario de las principales cadenas privadas y controla también a la televisión pública RAI-- dificulta la campaña a la oposición.
Evidentemente, dijo, "los medios de comunicación son importantes" pero "si no tienes televisión" se hace campaña sin ella. Ya en 1996, recordó, "nadie pensaba que yo ganaría" así que como entonces, dijo, "cogeré un autobús" para recorrer el país. Pese a ello, auguró que la campaña electoral será "larga, difícil y muy interesante".
Preguntado sobre si adoptará alguna medida tras llegar al poder --de confirmarse los resultados de los sondeos que le dan la victoria--, Prodi prometió que emprenderá acciones en materia del derecho de la competencia ya que consideró que es necesario "garantizar la competencia en el mercado de los medios de comunicación", algo que no sucede, en su opinión, en estos momentos en Italia, con la excepción de la prensa escrita.
Por otra parte, en un acto posterior celebrado en el Instituto de Empresa, Prodi también dijo que "sustituirá las leyes" que en Italia se denominan "ad personam", tras ser preguntado sobre si pretendía modificar algunas de las leyes introducidas por Berlusconi y que le han permitido no comparecer ante los tribunales por los casos que tenía abiertos ante la justicia, si bien no quiso precisar cuáles serán estas leyes.
Asimismo, denunció el "conformismo" con el que se reciben en Italia los insultos y las declaraciones de los políticos, incluida la comparación que en los últimos días hizo el propio Berlusconi de sí mismo con Jesucristo. "Todo se admite, todo se perdona", lamentó, subrayando que esta postura no se entiende fuera de Italia y que se trata de "una situación muy peligrosa en un país democrático".
El único modo de acabar con ésto, según el líder de la oposición, es que el centro-izquierda consiga "una victoria clara en la Cámara de Diputados y en el Senado" el próximo 9 de abril con el fin de evitar "este deseo de volver atrás" en la política italiana.
Preguntado sobre si hará como el presidente del Gobierno español, Jose Luis Rodríguez Zapatero, y retirará de forma inmediata a las tropas italianas de Irak tras las elecciones, Prodi recordó que la coalición de centro-izquierda "siempre estuvo en contra de esta guerra" que, añadió, "no ha traído ninguna ventaja". Así, explicó que 'La Unión' presentará un plan para la retirada "inmediata, ya que si no lo hacemos inmediatamente, no habrá nadie allí cuando lo hagamos" ya que otros países ya han sacado a sus soldados de Irak.
No obstante, el líder del centro-izquierda prometió que Italia llevará una retirada "responsable" en la que se tendrán en cuenta "las cuestiones de seguridad" y que el Gobierno italiano seguirá comprometido en la reconstrucción del país tras la salida de sus tropas.
En este sentido, Prodi opinó que las retirada de las tropas italianas de Irak no afectará a "las relaciones a largo plazo con Estados Unidos". Así, recordó que como presidente de la Comisión Europea ha mantenido "relaciones fructíferas" en muchos sectores, como el comercio o la lucha contra el terrorismo entre otros.
El líder de la oposición italiana aseguró que uno de los objetivos de su política exterior será "una Italia fuerte dentro de Europa, lo que representa un cambio claro", dijo, con respecto a la postura del Gobierno Berlusconi. Además, afirmó que si Italia se convierte en miembro temporal del Consejo de Seguridad de la ONU en 2007 tratará de ser el "representante informal" de la UE y de "fijar una estrategia común" con el resto de miembros para ser su "voz" en este organismo.
RELACION CON ZAPATERO
Respecto a su relación con Zapatero, dijo que ésta es "buena", en base a las "pocas veces" que han tenido ocasión de verse hasta ahora en las cumbres europeas, y expresó su deseo de que los dos países "compartan intereses comunes" principalmente en el Mediterráneo. Así, Prodi indicó que la política de diálogo de Zapatero para esta región es "similar" a que él tiene. En lo que no parecen coincidir es en los cambios en política social introducidos por el Gobierno del PSOE en España, con los que dijo mantener "profundas diferencias".
El ex presidente de la Comisión Europea calificó de "error" la decisión del Banco de Italia de no permitir la adquisición de parte del capital de la Banca Nazionale del Lavoro (BNL) por el BBVA. Según explicó en el Instituto de Empresa, la decisión del entonces presidente del Banco de Italia, Antonio Fazio, ha demostrado no ser la correcta ya que éste finalmente fue destituido y el BNL ha sido adquirido por otro banco extranjero, el francés BNP Paribas.
Por otro lado, el político italiano no quiso entrar a valorar el actual debate en España por el Estatuto de Cataluña, ya que dijo, "no hay que entrar en las cuestiones políticas internas de los países", si bien subrayó que cada país tiene un concepto diferente de lo que es un región, una autonomía o una nación. Asismo, tampoco quiso entrar a valorar si se debe negociar con los terroristas, en el caso español con ETA, pero sí advirtió de que "para acabar con un gran problema hay que tomar grandes decisiones".
CARICATURAS
En cuanto a la actual polémica por las caricaturas de Mahoma aparecidas en la prensa occidental, Prodi destacó que la Unión Europea no tiene competencia en esta materia, si bien puede expresar "una posición común".
No obstante, y pese a que admitió que las caricaturas "han sido de mal gusto" y son "ofensivas para los miembros de la comunidad islámica", denunció que "están siendo explotadas" por algunos gobiernos que están alentando las manifestaciones. Ahora más que nunca, subrayó, "es necesario el diálogo y el intercambio continuo de ideas".
