La Izquierda aboga por una nueva alianza con los socialdemócratas para desalojar a Merkel

Actualizado: domingo, 4 agosto 2013 20:06

BERLÍN, 4 Ago. (Reuters/EP) -

El líder de Die Link (La Izquierda), Gregor Gysi, ha instado este domingo al Partido Socialdemócrata alemán (SPD) y a Los Verdes a sumarse a una gran alianza que desalojaría a la canciller Angela Merkel y a su Unión Cristiano Demócrata (CDU) del poder después de conocerse una encuesta que pronostica que los tres partidos sumarían un 46 por ciento de intención de voto, un punto por encima de la CDU y sus aliados liberales.

Hasta ahora el SPD ha descartado cualquier pacto con Die Link, especialmente a nivel nacional, debido a su cercanía histórica al comunismo, pero la proximidad de los comicios del 22 de septiembre y el lento deterioro del apoyo electoral de Merkel podrían hacerles cambiar de opinión. Además, en los últimos meses ha logrado acuerdos en distintos estados para acceder a gobiernos regionales.

"No veo ningún motivo que impida a Die Link entrar algún día en el ejecutivo que gobierne Alemania", ha señalado Gysi en una entrevista para el 'Bild am Sonntag', periódico que precisamente publica la encuesta que pronostica la victoria de una virtual coalición de izquierda y verde.

"El SPD debe comprender que sin nosotros no van a ganar la Cancillería", ha añadido Gysi, quien se ha pronunciado a favor de ocupar él mismo la cartera de Asuntos Exteriores.

Según el sondeo, La Izquierda obtendría un 8 por ciento de los votos, casi cuatro puntos menos que en las elecciones de 2009, mientras que el SPD obtendría un 25 por ciento, 15 puntos menos que la CDU de Merkel. Los Verdes están en un 13 por ciento de intención de voto, por delante del 5 por ciento del Partido Liberal Demócrata (FDP), aliado natural de la CDU.

En política económica y social SPD y Die Link son bastante afines, pero los puntos de fricción aparecen en ámbitos como el militar --Die Link defiende la abolición de la OTAN-- o la política europea de rescates, ya que La Izquierda se opone a condicionar los rescates a reformas estructurales como las que se han visto obligados a aplicar los países del sur de Europa.