TOKIO 5 Ago. (EP/AP) - El ministro de Asuntos Exteriores japonés, Taro Aso, prevé pedir que el santuario de Yasukuni, cerca de Tokio, abandone su estatus religioso y que permita que el Gobierno actúe para poner fin a la deificación de los principales criminales de guerra, con el fin de resolver los problemas diplomáticos con otros países asiáticos surgidos por las visitas del primer ministro, Junichiro Koizumi, a este lugar, según informa hoy el diario 'Mainichi Shimbun'.
Aso hará esta propuesta durante un discurso político que marcará su candidatura oficial para el puesto de primer ministro dentro de su partido, ya que Koizumi abandonará el cargo en septiembre, según el diario.
En la propuesta, Aso prevé instar al santuario a que abandone su licencia religiosa concedida por el ayuntamiento de Tokio con el fin de que el Gobierno pueda implicarse en la cuestión sin violar la separación constitucional de religión y estado, siempre según el rotativo.
En Yasukuni se rinde homenaje a las víctimas japonesas de la Segunda Guerra Mundial, entre ellas los principales criminales de guerra, de ahí el que las visitas de Koizumi a este templo shintoísta hayan provocado duras críticas por Corea del Sur y China, víctimas del imperialismo nipón en el pasado al que consideran que con las visitas se rinde tributo.