El jefe del Ejército pide un diálogo "serio" y rechaza la apertura de un proceso de transición en Argelia

Argelia.- El jefe del Ejército de Argelia celebra que la justicia haya actuado contra la corrupción
Algeria army chief Ahmed Gaid Salah demands Boutef
Europa Press Internacional
Publicado: martes, 28 mayo 2019 20:38


MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -

El jefe del Ejército de Argelia, Gaid Salá, ha resaltado este martes que un "diálogo serio, racional y constructivo" es "la única vía" para solucionar la crisis política en el país, al tiempo que ha rechazado la apertura de un proceso de transición.

"El establecimiento de un diálogo implica la disponibilidad de todos para entenderse y escucharse", ha señalado, ante de subrayar que "es necesario, quizá imperativo, encontrar sin demora las soluciones idóneas".

Así, ha manifestado que la población argelina "es consciente de la importancia de abordar rápidamente los motivos de esta crisis, sin revivir experiencias dolorosas anteriores", según una transcripción de sus declaraciones facilitada por el Ministerio de Defensa.

Salá ha sostenido así que "la prioridad (...) es que todos creamos en la importancia de un diálogo productivo" de cara a la celebración de elecciones "sin mayores demoras". Por ello, ha argumentado que "los periodos de transición tienen consecuencias inciertas".

"Debemos, como argelinos, aprender de las trágicas experiencias pasadas", ha apuntado, en aparente referencia a la guerra civil que sacudió el país entre 1991 y 2002.

El jefe del Ejército ha hecho hincapié en que en este proceso de diálogo deben participar "personalidades y élites nacionales fieles a la nación" para abordar "las circunstancias que vive el país y las concesiones recíprocas por el bien del mismo".

Por último, Salá ha reiterado que "no tiene ninguna ambición política" y que su aspiración "es servir al país y al Ejército según las misiones constitucionales". "Es una misión de la que no nos alejaremos nunca", ha zanjado.

Decenas de miles de personas salieron el 24 de mayo a las calles de Argelia por decimocuarto viernes consecutivo para reclamar la dimisión del presidente interino, Abdelkader Salá, y un aplazamiento de la fecha de las presidenciales, previstas para el 4 de julio.

Los principales eslóganes en las protestas, especialmente multitudinarias en la capital, Argel, se centraron en el rechazo a la fecha electoral, la exigencia de la salida de los integrantes del "sistema" y la apertura de una transición.

Los manifestantes reclaman además la salida del poder del primer ministro, Nuredín Bedui, y expresaron su temor ante la posibilidad de que los comicios estén marcados por el fraude ante la falta de cambios institucionales.

Bedui fue nombrado para el cargo por el expresidente Abdelaziz Buteflika semanas antes de que dimitiera, después de que Salá presionara a favor de su inhabilitación por motivos de salud.

LAS PROTESTAS EN ARGELIA

Las manifestaciones arrancaron después de que Buteflika anunciara su intención de presentarse a un quinto mandato y han continuado a pesar de su dimisión el 2 de abril.

Bensalá hizo a principios de mes un llamamiento a un diálogo "inteligente y constructivo" y defendió mantener la fecha de las elecciones el 4 de julio, a pesar de las manifestaciones en el país.

El presidente interino aplaudió además el papel del jefe de las Fuerzas Armadas, Gaid Salá, por "la lucidez de su compromiso del lado del pueblo en esta fase crucial de la historia".

Hasta la fecha, Salá ha mantenido su apoyo al cumplimiento de la Constitución y sus plazos para el nombramiento de Bensalá --entonces presidente del Senado-- y la convocatoria electoral, al tiempo que el Ejército se ha pronunciado en varias ocasiones para garantizar su apoyo a los manifestantes.

El propio Salá insistió la semana pasada en que no tiene ninguna ambición política, ante los temores de que busque instaurar un modelo autoritario como el de Egipto.

Los activistas temen que el país termine siguiendo los pasos de Egipto, donde la 'Primavera árabe' provocó la caída de Hosni Mubarak en 2011 y llevó al poder, tras la celebración de elecciones, a Mohamed Mursi, de Hermanos Musulmanes.

Mursi, quien se convirtió así en el primer presidente electo del país, terminaría siendo depuesto por el Ejército, con Abdelfatá al Sisi al frente, tras semanas de manifestaciones en su contra. Al Sisi, elegido como presidente en 2014, ha obtenido este año su reelección.

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