El jefe de los observadores ve "signos positivos" para el diálogo

Actualizado: lunes, 28 mayo 2012 16:26

MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -

El jefe de la Misión de Observación de la ONU en Siria, el general de División del Ejército noruego Robert Mood, ha asegurado este lunes que percibe "signos positivos" para el diálogo en Siria, con vista a la lograr la paz y la estabilidad del país, a pesar de la masacre perpetrada el viernes por el régimen de Bashar al Assad en la localidad de Hula, que dejó más de cien muertos, muchos de ellos niños.

"Estoy viendo signos positivos en la situación relacionado con el diálogo", ha afirmado el alto mando noruego, encargado de dirigir a los más de 200 observadores desplegados por Naciones Unidas para supervisar el cumplimiento del alto el fuego en el país.

"Estamos presionando muy fuerte con actividades en las localidad para el diálogo y la estabilidad", ha afirmado el general, en declaraciones a la prensa, según ha informado la agencia de noticias china Xinhua. Mood ha subrayado que su equipo de observadores "trabajará muy intensamente para llegar la estabilidad y el diálogo constructivo" a Siria.

El jefe de los observadores ha dicho que espera con impaciencia la visita este lunes del enviado especial de la Liga Árabe y la ONU, Kofi Annan, para discutir sobre "todo" lo que pueden hacer para volver a llevar el país "hacia la dirección positiva".

Annan ha viajado este lunes a Siria para reunirse con las autoridades y supervisar el cumplimiento del alto el fuego, después de que el pasado viernes un ataque de las fuerzas gubernamentales en la ciudad de Hula, en Homs, dejara más de cien muertos, muchos de ellos niños. El ataque gubernamental ha sido condenado por unanimidad por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en una resolución ratificada el domingo.

La visita del exsecretario general de la ONU fue confirmada el domingo por el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores sirio, Yihad Makdisi, en una rueda de prensa en la que negó cualquier implicación del régimen en el bombardeo de Hula y atribuyó la autoría de la acción a "grupos terroristas".

La ONU ha asegurado que el ataque contra Hula dejó al menos 108 muertos, de los cuales 34 eran mujeres y 49 eran niños. La violenta represión ejercida por el régimen contra las manifestaciones que se suceden en el país desde mediados de marzo de 2011 ha provocado la muerte de más de 10.000 personas, según las estimaciones de Naciones Unidas.

El bombardeo de Hula supone un claro incumplimiento del plan de paz promovido por Annan y aceptado por el régimen y los activistas opositores sirios. El plan establece el repliegue de las fuerzas militares y de seguridad de las zonas habitadas, un alto el fuego para permitir el reparto de ayuda humanitaria y el inicio de un diálogo político entre el Ejecutivo y la oposición.

Antes del ataque a Hula, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, denunció en un informe enviado al Consejo de Seguridad de la ONU que el régimen continúa empleado armamento pesado en muchas ciudades del país, al tiempo que estimó que la sofisticación de las últimas bombas utilizadas en atentados apunta a la existencia de "grupos terroristas establecidos" en el país. Precisamente, la existencia de "grupos terroristas armados" es el principal argumento que emplea el régimen de Bashar al Assad para justificar la violencia que ejerce contra su propio pueblo.