NUEVA YORK, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
El jefe de la Policía de Newtown, Michael Kehoe, se ha sumado este lunes a las voces que piden mayores restricciones a la venta y posesión de armas de fuego tras la matanza del pasado 14 de diciembre en la escuela primaria de Newtown en la que murieron 20 niños y 6 adultos.
"Prohibid las armas de asalto, restringid los cargadores para demasiadas balas, cerrad los resquicios legales de los controles de antecedentes penales", ha afirmado Kehoe en una entrevista concedida a la cadena NBC.
En la entrevista, Kehoe ha recordado su experiencia en la Escuela Sandy Hook, ya que fue uno de los primeros agentes en llegar al lugar. Ha relatado cómo entró por la entrada trasera del edificio, el silencio de los pasillos, el olor a pólvora quemada y, finalmente, los cadáveres de los niños en las clases.
"Estaba mareado, enfadado. Nunca imaginé que podía pasar algo así en una escuela de Newtown", ha explicado Kehoe, quien sin embargo reconoce que lo que más le sorprendió fue el atacante, Adam Lanza, de solo 20 años, que tenía más potencia de fuego que él y sus compañeros. Los agentes contaban con pistolas Glock con cargadores de 14 balas, mientras que Lanza tenía un fusil de asalto Bushmaster, dos pistolas y cargadores de 30 balas.
No ha trascendido si Lanza disparó contra los policías y Kehoe cree que se suicido nada más escuchar las sirenas de la Policía, pero el enorme desequilibrio entre la potencia de fuego preocupa al jefe de la Policía de Newtown. "No nos gusta pensar que nos puedan superar en materia de armas en cualquier situación a la que nos enfrentemos. Trabajamos para controlar la dinamita en nuestra sociedad, y (los fusiles de asalto) son otro tipo de dinamita. Creo que deberían prohibirlos", ha argumentado.
