MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ex primer ministro libio Mahmud Jibril, quien estuvo al frente del Gobierno interino del Consejo Nacional de Transición (CNT) tras la caída del ex líder libio Muamar Gadafi, ha afirmado que la misión en Libia no ha terminado y que necesitan apoyo internacional para formar a la Policía y el Ejército, recoger las armas que siguen en las calles y preparar las elecciones.
"Cuando cayó el régimen, los países occidentales pensaron que la misión se había cumplido, negaron el hecho de que Libia es un país sin Estado. Libia no es Egipto y no es Túnez. Al caer (Gadafi), acabamos en un vacío político y necesitamos ayuda", ha dicho, en una entrevista concedida a la cadena de televisión rusa RT.
"Por desgracia, el tipo de ayuda entregada por nuestros amigos potenciales se orienta a entrenar ONG, desarrollar la sociedad civil y formar a las mujeres. Estos asuntos son muy importantes, pero no son una prioridad", ha valorado Jibril.
Sin embargo, ha especificado que los libios "sienten gratitud y aprecio por su apoyo (el de la OTAN), ya que enviaron armas, dinero y medicinas en un momento en que estaban expuestos a la máquina de matar de Gadafi". "Vinieron y nos ayudaron, lo que no se puede comparar con otros países que no lo hicieron", ha matizado.
Asimismo, ha señalado que no cree que el motivo principal de la intervención tuviera que ver con el petróleo, ya que, durante el régimen de Gadafi "el petróleo fluía igualmente".
En cualquier caso, Jibril ha desmentido que el país viviera una guerra civil. "Hubo una resistencia contra una dictadura, pero consideramos que la revolución no ha comenzado todavía. La revolución comenzará cuando empecemos hablando de mejoras en las condiciones, sobre la igualdad para todas las personas, sobre sus derechos constitucionales. Entonces es cuando la revolución habrá empezado", ha manifestado.
VACÍO DE PODER
Cuestionado sobre la posible presencia de miembros de Al Qaeda en el país durante los enfrentamientos, Jibril no ha descartado esta opción y ha señalado que "teóricamente, cualquier vacío político puede ser rellenado por cualquiera y es un suelo fértil para que crezca el extremismo". "Va en interés de todos, libios y no libios, tener un Gobierno legítimo y funcional lo antes posible", ha apuntado.
En relación con la necesidad de un Gobierno funcional en el país, Jibril ha contestado a preguntas sobre los pasos dados por un grupo de dirigentes locales de la región de Cirenaica (este) que formaron en Benghazi un consejo para gestionar los asuntos de esta parte del país, desafiando al Gobierno interino del CNT.
"No fue en Benghazi, fue un grupo de gente en el este del país. Cuando hablamos de Benghazi lo estamos haciendo de una ciudad con más de un millón de personas. Esto fue un grupo de alrededor de 3.000 personas que no representan a la región este, que está compuesta por alrededor de 1.800.000 personas", ha dicho.
"No hubo referéndum, así que no podemos decir si la gente quiere federalismo o no. Hubo grandes manifestaciones contra estas reclamaciones de federalismo, lo que significa que esta opción no es popular entre la gente, que sigue vinculada a la idea de nación", ha agregado.
En cualquier caso, Jibril ha especificado que cree que esta decisión fue tomada "a causa del temor a ser marginados, ya que estuvieron marginados durante más de 40 años por el antiguo régimen".
HERMANOS MUSULMANES
Preguntado por Hermanos Musulmanes, que se ha unido a varios grupos islamistas para establecer un nuevo partido político en Libia para intentar alcanzar el poder en las próximas elecciones legislativas, previstas para el mes de junio, Jibril ha manifestado que este paso "es su derecho natural y tienen los mismos derechos que el resto de libios".
"Hay que esperar a ver cuáles son los resultados de las elecciones. Creo que el caso libio podría ser diferente a los de Túnez y Egipto. No creo que las leyes políticas islámicas tengan tanto impacto y podría ser una excepción. No tengo tanta confianza en que lo hagan tan bien como en esos países", ha valorado.
Asimismo, ha indicado que las declaraciones del presidente del CNT, Mustafá Abdel Jalil, en las que aseguró que la 'sharia' (ley islámica) debía ser la base de la legislación en el país, "son su punto de vista como individuo". "No es necesariamente vinculante para el resto de la sociedad", ha argumentado.
MUERTE DE GADAFI
Jibril ha reiterado durante la entrevista el punto de vista que defendió hace unos meses y ha afirmado que "había muchas partes interesadas en que Gadafi no hablara, en que fuera silenciado para siempre, ya fuera asesinado por una entidad extranjera, por libios o por libios en nombre de otros".
"Lo que digo es que había muchas partes que tenían intereses reales en que Gadafi callara. Me encantaría saber quién estuvo detrás del asesinato, ya fuera libio o extranjero", ha recalcado.
Sobre los movimientos políticos de Gadafi en su intento por poner fin al conflicto en el país, Jibril ha tildado al ex mandatario de "serpiente" y ha señalado que "nunca se podía confiar en él".
"Estaba intentando ganar tiempo, envió muchos mensajeros. Bashir Saleh --jefe del Estado Mayor durante el régimen-- fue enviado a Francia para proponer una postura que definió como beneficiosa para todos: Gadafi renunciaría al poder para que el CNT gobernara durante un primer mandato, y durante el segundo se haría con el poder su hijo --en referencia a Saif al Islam-- en una especie de poder compartido", ha explicado.
"Esa propuesta fue rechazada por el CNT. Dijimos que teníamos instituciones, que había que consultarlo (...) También queríamos ganar tiempo para preparar el levantamiento en Trípoli", ha agregado.
Respecto a la situación de Saif al Islam y su captura, Jibril ha subrayado que "el asesinato de Gadafi provocó un impacto muy fuerte en todo el mundo" y que por ello el grupo que capturó a Saif al Islam "tuvo esto en consideración y le mantuvo bajo custodia".
"Está siendo tratado bien y será juzgado en base a los criterios internacionales. Estoy seguro de que tendrá un juicio justo", ha recalcado.
PRIMAVERA ÁRABE
Asimismo, Jibril ha valorado los eventos de la llamada Primavera Árabe y ha señalado que son "un fenómeno sin precedentes en Oriente Próximo que representa el surgimiento de una nueva cultura en la región". "Es una nueva generación que intenta expresarse y pedir una vida digna, empleos, ser tratados igual que el resto de jóvenes de todo el mundo", ha dicho.
"Es un nuevo fenómeno y espero que todos los países del mundo tomen nota de esto y no sean víctimas de sus propias percepciones de la región, que no negocien sólo con las élites, ya que no representan a la base en las calles, esta nueva generación", ha solicitado.
En este sentido, Jibril ha puntualizado que si la comunidad internacional "quiere comprender el centro del asunto, ha de bajar a las calles y entender a la gente joven".
Por último, ha abogado por una visión a largo plazo en el asentamiento de las nuevas políticas y mecánicas en la región. "No espero que el nuevo Oriente Próximo se estabilice antes de 15 o 20 años", ha apostillado.