La jornada electoral italiana, que se prolonga un día más, le entrega la victoria a Prodi

ROMA/MADRID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -

La jornada electoral de infarto que se vivió el lunes en Italia, con un recuento de votos a velocidad de cuentagotas, sondeos erróneos y resultados en baile hasta el último momento, se prolongó un día más debido al voto de los italianos en el extranjero. La ajustada victoria de la coalición de centroizquierda de 'La Unión' de Romano Prodi sobre 'La Casa de las Libertades' de Silvio Berlusconi en la Cámara de los Diputados, no daba la gobernación del país a 'Il Professore' sin el control del Senado, en manos de los conservadores.

Sin embargo, el voto de los italianos extranjeros podría haber inclinado la balanza del lado del centro-izquierda en la Cámara Alta al otorgarle cuatro senadores. A mediodía, Prodi proclamó su victoria "por un suspiro", pero 'Il Cavaliere' no tira la toalla: no reconocerá su derrota hasta que se realice el recuento de votos.

Apenas 25.224 votos de margen dieron la victoria en la Cámara de los Diputados a 'La Unión' sobre 'La Casa de las Libertades'. No obstante, esa diferencia tan ajustada fue suficiente para que el sistema electoral proporcional y su 'premio de la mayoría' -340 escaños directos para aquella coalición con mayor número de votos- otorgase el control de la Cámara Baja al centro-izquierda de Prodi, con 341 escaños frente a 277 de Berlusconi. La batalla por el Senado fue más complicada, la coalición de Berlusconi se impuso en las últimas horas del recuento de votos y, una vez entrada la madrugada, parecía que el empate técnico estaba servido. Italia amaneció con un panorama incierto: con ambas cámaras en manos de coaliciones diferentes, el país sería ingobernable.

El vuelco llegó a mediodía de ayer. El coordinador del voto en el extranjero de 'La Unión', Franco Danieli, anunció que su coalición había conseguido cuatro de los seis escaños en juego para el Senado, además del apoyo del candidato independiente electo, que anunció su adhesión a la coalición liderada por Prodi. Si el resultado inicial daba a Berlusconi 155 senadores frente a los 154 de 'Il Professore', el voto de los italianos en el extranjero dieron un giro a la Cámara, dejándolo en 159 para 'La Unión' -contando con el independiente- y 156 para 'La Casa de las Libertades'. Además, el voto de los extranjeros aumentó el margen en la Cámara de los Diputados, con 348 para Prodi y 281 para Berlusconi.

"Hemos vencido por un suspiro", reconocía 'Il Professore' pocas horas después, al tiempo que señaló que "quien gana, gana y esto es lo bonito de la democracia". Prodi recordó que el sistema electoral proporcional fue introducido por Berlusconi en contra de la voluntad popular expresada en las urnas en 1993, "en teoría debería habernos hecho perder, pero hemos vencido igualmente". "Aunque se ganó por poco se tiene una mayoría en la Cámara y en el Senado, que permite gobernar con la coalición que nos hemos presentado a las elecciones" reiteró el líder de 'La Unión' y ex presidente de la Comisión Europea.

BERLUSCONI NO DA SU BRAZO A TORCER

'Il Cavaliere' rompió el silencio en el que estuvo sumergido hasta bien entrada la tarde. En una rueda de prensa junto a los líderes de los principales partidos de su coalición, Alianza Nacional y la UDC, Berlusconi se negó a reconocer la victoria de Prodi. "No hay nada definitivo", advirtió el actual primer ministro, recordando el escaso margen que separa a ambas coaliciones y que su partido, Forza Italia, ha pedido un recuento de votos. 'La Casa de las Libertades' se agarra a las 600.000 papeletas anuladas en los comicios generales, esperando que éstas den un nuevo vuelco a la situación. "Nunca en mis años de política me he encontrado en una situación tan apasionada y conflictiva", remachó Berlusconi.

Sin embargo, cada vez está más claro que el próximo Gobierno será de los partidos de centro-izquierda. Prodi ya ha anunciado un Ejecutivo "fuerte políticamente y técnicamente" y para "todos los italianos", aunque también reconoció que será "muy duro". 'Il Professore' no lo tiene fácil. Berlusconi ya ha anunciado "una oposición fuerte" en caso de ser derrotado y todos los periódicos nacionales presentan una Italia dividida en su raíz: conservadores y progresistas, viejos y jóvenes. A ello se suma el estancamiento económico del país, del que el actual primer ministro ha culpado en varias ocasiones al anterior Gobierno comunista.

Precisamente su pasado es otro de los retos que tiene ahora por delante Prodi. Hace diez años, cuando 'Il Professore' e 'Il Cavaliere' se enfrentaron en las elecciones, Prodi se puso al frente de un Gobierno que aunó un espectro de partidos tan amplio como el que conforma ahora su coalición, en la que algunos grupos podrían haberse identificado perfectamente con la coalición de Berlusconi. El resultado en aquella ocasión fue un Gobierno inestable que sólo duró dos años: los comunistas retiraron su apoyo al Ejecutivo de Prodi al no respaldar la intervención armada de las tropas italianas en la ex Yugoslavia y a 'Il Professore' no le quedó más remedio que refugiarse en la Comisión Europea.