Karzai asegura en Kandahar que combatirá la corrupción y se reconciliará con la oposición si es reelegido

Actualizado: lunes, 13 julio 2009 19:05


KANDAHAR (AFGANISTÁN), 13 Jul. (Reuters/EP) -

El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, viajó este lunes a la ciudad de Kandahar, considerada como el bastión de los talibán, en el que fue su primer gran acto de campaña para ganar las elecciones presidenciales del próximo 20 de agosto.

Karzai aseguró ante una multitud que tomará medidas para combatir la corrupción en su gabinete y la falta de gobernanza. "Si soy reelegido (...) me reconciliaré con los opositores, fomentaré las buenas relaciones con todos los países y formaré un buen Gobierno", añadió el presidente a un grupo de líderes tribales.

Por otro lado, el dignatario afgano reiteró su petición a las tropas extranjeras de que reduzcan el número de ataques aéreos, debido a las bajas civiles de provocan. Por esta razón, el contingente estadounidense desplegado en el país puso en práctica la semana pasada nuevas órdenes de combate diseñadas para evitar estos daños colaterales. Karzai avanzó que instará a las fuerzas internacionales a suspender los registros en hogares en virtud de las nuevas estrategias tácticas.

Mientras, el presidente aprovechó su visita a Kandahar, su ciudad natal, para inaugurar una carretera que enlaza esta urbe con un distrito cercano. Además, a su paso por la ciudad habló con varios comerciantes. Karzai estuvo en todo momento rodeado de fuertes medidas de seguridad y se cortó el tráfico de las calles por las que transitó.

Miles de marines de Estados Unidos lanzaron este mismo mes una ofensiva en la vecina provincia de Helmand con el fin de derrocar a los talibán y sus aliados y poder así estabilizar el país. De hecho, Washington ha señalado la creciente insurgencia talibán en Afganistán y en Pakistán como la prioridad de sus relaciones exteriores y destinará miles de soldados a velar por la seguridad durante los comicios.

Tanto las autoridades norteamericanas como las afganas plantean la posibilidad de negociar con líderes talibán moderados, pero los islamistas insisten en la necesidad de que se retiren las tropas extranjeras para participar en la mesa de diálogo.