NAIROBI, 27 Jun. (EP/AP) -
Un total de diez supuestos miembros de la secta ilegalizada Mungiki murieron en un periodo de dos días por disparos de la Policía keniata, informaron ayer fuentes policiales. La secta religiosa está acusada de llevar a cabo una serie de decapitaciones en la capital del país, Nairobi, y alrededores.
El portavoz de la Policía, Eric Kiraithe, informó de que las dos últimas muertes se produjeron ayer, cuando dos hombres armados fueron abatidos mientras trataban de extorsionar a los conductores de minibuses --llamados matatus--, principal forma de transporte público en Kenia.
Las mismas fuentes indicaron que otros cinco supuestos miembros de la secta murieron el pasado domingo en medio de un tiroteo con la Policía que patrullaba los barrios del este de la capital.
En la misma operación, la Policía se incautó de un rifle, una pistola y dos machetes, entre otras armas. Respecto a los dos operativos policiales que se saldaron con la muerte de los sospechosos, Kiraithe aseguró que "eran miembros de Mungiki y seguiremos castigando a esta secta proscrita".
