BISHKEK, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
La intervención del presidente kirguís, Kurmanbek Bakiev, y el primer ministro, Felix Kulov, ante los manifestantes puso fin esta mañana a la concentración organizada por la oposición, tras asegurar a los manifestantes que estaban junto al pueblo y prometerse que tratarán las demandas hechas por las fuerzas opositoras, según informa la agencia rusa RIA Novosti.
La concentración había sido organizada por uno 20 partidos políticos y ONG para reclamar una lucha decidida contra la delincuencia y la corrupción, reformas inmediatas en la Constitución y la destitución de algunos altos cargos estatales y gubernamentales.
"El pueblo está insatisfecho por lo que el presidente fue abucheado", indicó a la agencia el diputado Bolotbek Sherniyazov, añadiendo que Bakiev no pudo concluir su discurso.
"Los dirigentes deben ver que no se trata de cinco o seis políticos, sino de los ciudadanos del país que están reclamando el fin de la corrupción y la delincuencia, así como reformas de mayor calado", afirmó por su parte el copresidente del movimiento Por la Reforma y ex ministro Almazbek Atambayev.
Según el Ministerio de Interior, unas 15.000 personas asistieron a la manifestación. Los organizadores de la concentración advirtieron de que a menos que se cumplan sus demandas, las protestas se reanudarán después del 27 de mayo. La oposición kirguís había señalado previamente tras una reunión con el presidente que seguirá presionando celebrando concentraciones de protesta.
"Queríamos ser escuchados, pero (el presidente Kurmanbek Bakiev), como (el ex presidente Askar) Akayev, vive en el vacío, no comprende la realidad", lamentó el diputado Melis Eshimkanov, añadiendo que el encuentro sólo reforzó la determinación de la oposición a seguir adelante con las protestas.
Bakiev llegó al poder el marzo del año pasado tras el alzamiento popular que acabó con el régimen del último dirigente de la era soviética, Askar Akayev, acusado de autoritarismo y corrupción.
