BISHKEK 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
La oposición de Kirguistán ha instado a las autoridades gubernamentales y judiciales a que cesen en su empeño de perseguir a las manifestantes que participaron en las protestas que tuvieron lugar en la capital, Bishkek, la semana pasada, según informó hoy la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
"Las autoridades no deberían celebrar su victoria a costa del pueblo", declaró un parlamentario del principal partido de la oposición, el Movimiento para las Reformas, Temir Sariyev. Si el Gobierno no cambia drásticamente su política, "podría enfrentarse a serios problemas otra vez", afirmó.
"Desgraciadamente, es obvio que la única manera de conseguir que los líderes del Gobierno inicien reformas (políticas) es llevar a cabo concentraciones, y eso es lo que los simpatizantes de la oposición y ciudadanos de a pie van a hacer, según parece, durante mucho tiempo", anunció otro líder de la oposición, el ex presidente del Parlamento Omurbek Tekebayev.
La Fiscalía General de Kirguistán inició la semana pasada una investigación criminal por los disturbios que tuvieron lugar en Bsihkek. Los líderes de la oposición negaron cualquier tipo de responsabilidad en los sucesos del jueves y responsabilizaron de los mismos a los agentes de seguridad.
Aproximadamente 7.000 personas se concentraron la noche del jueves ante las oficinas de Bakiyev, situadas en el centro de la ciudad, en lo que supuso el noveno día consecutivo de protestas contra el Gobierno. El objeto de lad protestas era exigir la dimisión del presidente, Kurmanbek Bakiyev, reclamar reformas constitucionales inmediatas y la convocatoria de elecciones presidenciales.
Bakiyev fue elegido presidente después de que su antecesor, Askar Akayev, fuera expulsado del poder en marzo de 2005. No obstante, el nuevo Gobierno ha sido acusado de corrupción. La semana pasada, cientos de opositores instalaron tiendas en la principal plaza de Bishkek y dijeron que no se moverían mientras el mandatario no renunciase.
Desde el pasado 9 de abril, la oposición kirguís pide al Gobierno que cree una nueva Constitución que ponga límite a las enormes poderes presidenciales. El día 10 del mismo mes, Bakiyev, presionado por el primer ministro, Almaz Atambayev, firmó un proyecto constitucional y lo entregó a la Asamblea Legislativa. Sin embargo, las protestas callejeras continúan y los diputados se resisten a debatir el texto.