BELGRADO, 4 Jul. (DPA/EP) -
El Gobierno de Kosovo ha prohibido desde este jueves a altos cargos del Gobierno serbio que visiten territorio kosovar, una decisión que llega en un momento de escalada de tensiones entre los dos países balcánicos.
En un mensaje publicado en su página de Facebook, Jetlir Zyberaj, asesor del Ministerio de Asuntos Exteriores kosovar, ha anunciado que las autoridades de Pristina "no permitirán a ningún alto cargo de Belgrado visitar Kosovo". El asesor ministerial ha dicho que esta prohibición continuará en vigor mientras Serbia siga "amenazando" a Kosovo.
Con una amplia mayoría de población albanokosovar, Kosovo declaró en 2008 su independencia de Serbia aunque el país vecino todavía se niega a reconocer su soberanía y mantiene que sigue siendo una de sus provincias, bloqueando sus intentos de incorporarse a organizaciones internacionales como Naciones Unidas.
La prohibición de visitas es la última medida de una serie de pasos dados por las dos partes en el marco de una escalada de tensiones en los últimos meses, en un momento en el que el proceso de normalización de relaciones impulsado por la Unión Europea está estancado.
En noviembre de 2018, Pristina impuso un arancel del 100 por ciento a todas las importaciones procedentes de Serbia, una medida que adoptó en respuesta a la campaña de Serbia para impedir su ingreso en el organismo policial internacional Interpol.
Kosovo ha hecho caso omiso a la presión de la Unión Europea y de Estados Unidos y ha decidido mantener los arenceles a los productos serbios, lo que ha provocado que Serbia se niegue a continuar con el proceso de normalización.
En este contexto, la cumbre entre Serbia y Kosovo con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el presidente francés, Emmanuel Macron, convocada para el 1 de julio ha tenido que ser suspendida. Serbia ha asegurado que los aranceles impuestos por Pristina han creado una grave crisis humanitaria en el norte de Kosovo, con mayoría de población serbokosovar.
El miércoles, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, prometió que si llega a ser necesario introducirá alimentos en Kosovo sin el permiso de las autoridades kosovares como si se tratara de una acción "de Robin Hood".
Sin embargo, el Gobierno de Pristina insiste en que la crisis es una invención de Serbia y que hay productos disponibles de todo tipo de otros países pero que los serbokosovares han sido amenazados para que no los adquieran.
