VIENA 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un miembro de la delegación serbia presente en las negociaciones de Viena sobre el futuro de Kosovo, el ministro Slobodan Samardzic, ha alertado del peligro de que el proceso se desvíe de su tema principal, como es el estatus de la provincia, y se convierta en un debate sobre las relaciones entre Belgrado y Pristina, según informó hoy la cadena de radio independiente serbia B92.
Por su parte, el ministro serbio de Asuntos Exteriores, Vuk Jeremic, declaró que la reunión celebrada ayer en Viena con motivo del inicio de la tercera ronda de negociaciones sobre Kosovo fue especialmente difícil.
Samardzic, ministro serbio para Kosovo, afirmó que durante el encuentro de ayer se planteó el tema del estatus, lo que a su juicio supone un éxito para la estrategia serbia. No obstante, lamentó que los negociadores albano-kosovares se negaran a hablar sobre esta cuestión.
El primer ministro de la autoridad provisional kosovar, Agim Ceku, admitió por su parte que hay diferencias conceptuales entre Belgrado y Pristina sobre estas cuestiones.
La próxima ronda de negociaciones se celebrará el próximo 5 de noviembre en Viena y se espera que para entonces sea posible encontrar una solución sobre el documento con propuestas presentado por la Troika internacional, formada por Rusia, Unión Europea y Estados Unidos.
Los 14 puntos de la Troika proponen que Belgrado no gobierne en Kosovo y que ni siquiera tenga presencia física en la provincia. Serbia considera que su Gobierno no debería tener competencias en áreas determinadas, pero que en otras sí debería mantener un control debidamente definido mediante un acuerdo.
Belgrado también se opone a la propuesta de la Troika de que las dos partes deberían desarrollar relaciones especiales y considera que no se puede plantear estas cuestión en tanto no quede resuelto el tema del estatus.
Asimismo, a la propuesta de la Troika de que las relaciones entre Belgrado y Pristina se solucionen por medios pacíficos, Serbia ha pedido una provisión añadida en la que se pide a las dos partes que no adopten medidas unilaterales.
En todo caso, el representante ruso en las negociaciones, Alexander Botsan-Kharchenko, declaró hoy a la agencia serbia Tanjug que la propuesta de 14 puntos sólo pretende estimular el debate y no es un documento oficial ni un marco de trabajo con propuestas definitivas.
Por su parte, el representante de la UE, Wolfgang Ischinger, advirtió de que sería peligroso que las negociaciones entrasen en una espiral sin fin y aseguró que se podría llegar a un acuerdo el próximo 10 de diciembre si hubiera voluntad política en las dos partes.
La tercera ronda de negociaciones comenzó ayer en la sede del Ministerio austríaco de Asuntos Exteriores y contó con la mediación del Grupo Internacional de Contacto, la Troika.