MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El gobierno de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí ha reclamado este domingo a las fuerzas de seguridad que intervengan para evitar la violencia, tras los ataques contra sedes de partidos políticos durante la jornada.
"Algunas zonas han sido escenario de violencia y abusos (...) que inspiran temor en la población. Pedimos a las fuerzas de seguridad que actúen (...) y no permitan acciones desfavorables contra los partidos y las instituciones", ha indicado en su comunicado.
En el mismo, ha condenado los incidentes, recalcando que "todos aquellos que usen la violencia serán castigados por la ley" y pidiendo a la población que "coopere con las fuerzas de seguridad".
A última hora de la noche ha sido incendiada la sede de la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK) en la localidad de Zajo, situada en la provincia de Duhok. La misma es uno de los bastiones del Partido Democrático del Kurdistán (KDP).
Asimismo, la cadena de televisión kurda Rudaw ha recogido informaciones sobre ataques contra oficinas del partido Gorran en Zajo.
Estos sucesos tienen lugar horas después de que un grupo de manifestantes asaltara la sede del Parlamento del Kurdistán iraquí, en la ciudad de Erbil, tras formalizarse la dimisión como presidente del histórico dirigente kurdo Masud Barzani.
Algunos de los asaltantes, que se autoproclamaban peshmergas --combatientes kurdos--, estaban armados con palos, según informaron testigos presenciales que además indicaron que se han podido escuchar disparos.
Mientras, desde fuera, manifestantes han jaleado el asalto para "castigar" a los diputados que han "insultado" a Barzani por su negativa a prorrogar su mandato.
Barzani es presidente del Kurdistán desde 2005. Ganó las elecciones de 2009 y su mandato se prorrogó a partir de 2013 en hasta dos ocasiones. Con anterioridad, fue clave en la construcción de las instituciones autónomas kurdas en Irak.
"Rechazo seguir en la posición de presidente de la Región más allá del 1 de noviembre de 2017", ha explicado Barzani en una carta para expresar su negativa a una nueva prórroga de su mandato.
"Yo, como Masud Barzani, el peshmerga, seguiré con nuestra nación y con los peshmergas para lograr el justo derecho de nuestra nación y proteger los logros de nuestra nación", ha remachado.
La decisión de Barzani se enmarca en el contexto de la crisis entre Bagdad y Erbil que se agudizó tras el referéndum del 25 de septiembre, en el que un 93 por ciento de los electores, según datos oficiales kurdos, votó por separarse de Irak y proclamar la independencia.
La consulta popular, calificada de ilegal por Bagdad, también se llevó a cabo en áreas en disputa, entre ellas la provincia de Kirkuk, una zona que alberga grandes yacimientos de petróleo. El 16 de octubre, el primer ministro y comandante supremo de las Fuerzas Armadas de Irak, Haider al Abadi, lanzó una operación para recuperar la provincia controlada desde 2014 por los peshmerga.
Ese mismo día los militares iraquíes tomaron el control de Kirkuk y varias instalaciones estratégicas. El Gobierno del Kurdistán iraquí ofreció a Bagdad declarar un alto el fuego y empezar el diálogo y a cambio prometió congelar los resultados del referéndum de autodeterminación.
