WASHINGTON 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Estados Unidos ha afirmado este viernes que las elecciones legislativas celebradas este jueves en Kuwait han sido "limpias y justas a juzgar por los informes que han sido publicados", por lo que ha felicitado a las autoridades y al pueblo kuwaití "por un trabajo bien hecho", según ha apuntado el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner.
"La transparencia y la justicia son esenciales para proteger la integridad del proceso electoral y conservar la confianza del pueblo kuwaití en su sistema democrático", ha valorado Toner. "Estamos contentos de que el Gobierno invitara a los ciudadanos y a los observadores internacionales a informar sobre estas elecciones", ha agregado.
Por ello, Toner ha expresado "la felicitación de Estados Unidos al pueblo y al Ejecutivo kuwaití por mantener las instituciones y tradiciones del país, incluyendo sus elecciones parlamentarias".
Los candidatos opositores islamistas han conseguido al menos dos tercios de los 50 escaños del Parlamento de Kuwait, en el que no habrá ninguna mujer, según indican los resultados oficiales, según ha informado la agencia estatal de noticias kuwaití, KUNA.
Sin embargo, esta victoria no tiene efectos reales inmediatos, ya que los quince miembros del Gobierno --surgidos en su mayoría de la familia real suní de los Al Sabá-- tienen derecho a voto en el Parlamento, permite al rey constituir un bloque con capacidad para neutralizar a la oposición o a la mayoría parlamentaria, bloqueando cualquier proyecto que no corresponda a sus intereses.
Pese a ello, la oposición, inspirada por las revoluciones de la denominada Primavera Árabe, pretende aprovechar su representación parlamentaria para poder impulsar avances democráticos y poner en marcha una serie de reformas y de proyectos de infraestructuras en un país que tiene una de las mayores reservas de petróleo del mundo.
El emir de Kuwait, el jeque Sabá al Ahmad al Sabá, convocó las elecciones anticipadas --las cuartas en solo seis años-- el pasado mes de diciembre después de decretar la disolución del Parlamento, en el contexto de una lucha por el poder que había paralizado la Cámara y de un creciente malestar de la población con la élite gobernante.