Líbano.- Arístegui se reúne con Siniora para transmitirle la "solidaridad de los españoles", mientras reina la "tensión"

Actualizado: lunes, 27 noviembre 2006 19:13

Dice que las iniciativas del Gobierno deben "implicar a toda la UE" y concertarse con todos los actores

MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

El portavoz de Asuntos Exteriores del PP en el Congreso de los Diputados, Gustavo de Arístegui, se entrevistó durante una hora en Beirut con el primer ministro libanés, Fuad Siniora, a quien transmitió la "solidaridad de España" y también de su partido, tras el asesinato la semana pasada del ministro de Industria, Pierre Gemayel, a cuya familia transmitió hoy su pésame.

Según relató a Europa Press, en Beirut "hay mucha tensión y también mucho temor" y se espera que para mañana se produzcan manifestaciones convocadas por Hezbolá. No obstante, descartó la posibilidad de una guerra civil en la actualidad porque "no creo que Hezbolá se atreva a entrar en guerra contra el Ejército libanés" y por otra parte "los cristianos, los suníes y los drusos tendrían que estar armados" como lo está la milicia chií, en contra de lo que indica el Acuerdo de Taib que puso fin a la guerra civil libanesa.

De Arístegui se entrevistó esta mañana con Siniora con quien discutió sobre "el tema libanés, la historia del conflicto, el proceso de paz en Oriente Próximo y las implicaciones geopolíticas y geoestratégicas de Líbano". Según el diputado popular, Siniora es un dirigente "muy moderado y realista" y su reunión le ha permitido comprobar que "es responsable y tiene ganas de integrar a los chiíes que no le son favorables", sobre todo a Hezbolá y una parte de Amal, cuyos ministros abandonaron hace unas semanas el Gobierno.

El objetivo del viaje, indicó, es "tomar el pulso a Líbano, pero también llevar la solidaridad de España y de mi partido" en uno de "los momentos más tensos" para este país, así como la del Congreso, ya que recordó que es el portavoz del PP en la Comisión de Exteriores de éste. Asimismo, expresó su deseo de que "la reconciliación vuelva a ser una realidad".

Por otra parte, De Arístegui tuvo ocasión esta mañana de presentar sus condolencias a la familia del ministro asesinado, el ex presidente Amin Gemayel, quien dijo, "era muy amigo de mi padre". De este encuentro resaltó la "entereza y moderación" del ex presidente y su familia y el que "no piden venganza" por la muerte de su hijo, que siguen sin comprender.

Asimismo, el diputado popular mantuvo un encuentro de dos horas con el líder de la coalición antisiria en el Parlamento, Saad Hariri, hijo del primer ministro asesinado Rafik Hariri. En relación con este hecho, subrayó la necesidad de que el Tribunal internacional aprobado por la ONU para este caso "sea respetado por todas las partes" y previno de que "la justicia no es venganza" y lo que hay que hacer es "poner a los responsables de los crímenes (contra personalidades antisirias) a disposición de la justicia".

Durante su visita, que según indicó ha sido muy bien acogida por el hecho de que no haya decidido anularla tras lo ocurrido la semana pasada, De Arístegui también tuvo ocasión de reunirse esta mañana con el ministro de Telecomunicaciones, Marouan Hamade, 'número dos' de la importante comunidad drusa del país, y hoy cenará con el ministro de Interior. Para mañana tiene encuentros con el líder religioso de los maronitas, con el principal líder druso, Walid Jumblatt, y con el presidente del Parlamento, el chií Nabih Berri.

INICIATIVA PARA ORIENTE PROXIMO

En cuanto a cuál debería el papel de España en esta cuestión, De Arístegui aprovechó para "elogiar las palabras del ministro de Defensa" José Antonio Alonso "apoyando a Siniora", ya que, dijo, "la primera declaración del Gobierno tras el asesinato de Gemayel había sido muy tibia".

En todo caso, consideró que España debe adoptar un "papel prudente y que sus iniciativas de paz, que pueden ser o no acertadas, deben implicar a toda la UE" y se debe "conversar con todos los actores". De Arístegui hizo alusión así a la iniciativa de paz para Oriente Próximo formulada por el Gobierno español con apoyo de Francia e Italia, y que ha sido rechazada de plano por Israel, que critica el que no se le haya consultado previamente.