BEIRUT, 5 Dic. (EP/AP) -
El comandante del Ejército libanés, el general Michel Suleimán, advirtió ayer al Gobierno de que las protestas diarias que se vienen produciendo desde el pasado viernes podrían desbocarse y hacerse insostenibles, según recogen distintos periódicos nacionales.
Estas protestas responden a la convocatoria que lanzó el líder del grupo chií Hezbolá, Hassan Nasralá. El mismo llamó a la población a que se manifestara públicamente y de manera pacífica e indefinida para pedir la dimisión del actual primer ministro Fuad Siniora, al que acusan de ser un apéndice de Estados Unidos.
"La ausencia de soluciones políticas y la abundancia de incidentes y tensiones sociales minan los recursos del Ejército y debilitan su neutralidad y capacidad de acción", declaró Suleimán. "Esta debilidad puede incapacitar al Ejército para controlar la situación en todas las zonas de Líbano", añadió. No obstante, Suleimán tranquilizó a las autoridades y a la voz pública asegurando que las fuerzas militares libanesas no se fracturarían como lo hicieron durante la guerra civil en la que estuvo sumido el país entre 1975 y 1990, cuando el Ejército se encontraba dividido entre las facciones procristianas y las promusulmanes.
Aclaró que las características de la situación actual eran bien diferentes a las que marcaron aquel periodo, y puntualizó que encontrar soluciones políticas "es la mejor manera de preservar la capacidad de protección del Ejército sobre los ciudadanos e instituciones libanesas". Los comentarios de Suleimán evidencian las preocupaciones del Ejército libanés en torno a las dimensiones que pueden alcanzar dichas protestas. Cientos de tropas están desplegadas a lo largo de la capital, especialmente en torno al palacio del primer ministro, donde desde el viernes se vienen produciendo diariamente los actos públicos de protesta, así como también en barrios de mayoría suní o de otras confesiones, donde los altercados nocturnos proliferan. Mientras, distintos incidentes fueron registrados anoche. En el barrio beirutí de Tarik Jedideh se produjeron incidentes en los que dos policías resultaron heridos, según atestaron fuentes policiales. Fuerzas de la Policía evitaron, por su parte, que jóvenes chiíes cortaran anoche la carretera del sur de la capital que conecta con el aeropuerto beirutí. Asimismo se espera que se forme una gran multitud a lo largo de hoy con motivo del funeral del joven Ahmed Mahmud, chií de 21 años que fue disparado el domingo en el distrito de Qasqas, en Beirut, en un enfretamiento con facciones antisirias.
Hezbolá ha declarado que continuará con sus acciones de protesta mientras Siniora continúe en el Gobierno, mientras que éste y sus colaboradores han anunciado que no renunciarán al cargo.
