BEIRUT, 29 Ago. (EP/AP) -
Los enfrentamientos entre soldados gubernamentales y milicianos de Al Fatá al Islam, vinculados ideológicamente a Al Qaeda, se reanudaron hoy después de que helicópteros del Ejército libanés lanzaran al menos tres cohetes contra posiciones de la milicia en el interior del campamento de refugiados palestinos de Nahr el Bared, ubicado a las afueras de la ciudad portuaria de Trípoli, informó la agencia nacional de noticias libanesa.
Según la agencia, el Ejército atacó con cohetes, además de fuego de artillería pesada y disparos de tanques, los búnkeres subterráneos de la milicia en el barrio de Saassa, en Nahr el Bared, destruyendo un edificio cercano, un día después de que se registraran disparos esporádicos en el interior del campamento y en sus mediaciones.
Asimismo, informó de que expertos del Ejército en tareas de desminado han desmantelado varias minas plantadas por Al Fatá al Islam en el interior del campamento para impedir el avance de los soldados gubernamentales en los últimos reductos del campamento que ocupa la milicia.
Después de que el pasado viernes se llevara a cabo la evacuación de mujeres y menores que permanecían en el interior de Nahr el Bared, la mayoría familiares de los milicianos --gracias a un acuerdo suscrito entre el Ejército y Al Fatá al Islam con la mediación de clérigos palestinos-- éstos tratan de conseguir un nuevo acuerdo entre las partes para permitir la salida de los milicianos heridos, unos 40, según la agencia de noticias nacional y nueve de los cuáles revestirían gravedad. Sin embargo, el Ejército no ha dado signos de estar dispuesto a facilitar su evacuación.
La semana pasada, helicópteros del Ejército lanzaron varias bombas de 400 kilogramos de peso en un intento por eliminar a los últimos milicianos que permanecen atrincherados en Nahr el Bared y que fuentes castrenses sitúan en alrededor de 70 milicianos de los 360 que se estimaba alojaba el campamento.
A pesar de que se desconocen las cifras exactas de muertos en los enfrentamientos en Nahr el Bared que estallaron el pasado 20 de mayo, fuentes castrenses sitúan en 148 los soldados fallecidos en las refriegas. En total, más de 250 personas, entre soldados, milicianos y civiles, habrían muerto en los tres meses que dura ya el conflicto.
En este tiempo, el Ejército libanés ha combatido a los milicianos atrincherados en el campamento con fuego de artillería, tanques y bombas lanzadas desde helicópteros. La gran mayoría de 30.000 civiles que residían en el campamento antes de estallar los enfrentamientos lo abandonaron en las primeras semanas del conflicto.
El Ejército ha rechazado suspender su ofensiva contra los milicianos hasta que todos ellos se entreguen a las autoridades, aunque éstos han prometido luchar hasta su muerte. El fiscal general del Estado, Saeed Mirza, ha presentado cargos formales contra 227 milicianos de Al Fatá al Islam por "cometer actos terroristas", de los que 113 permanecen bajo custodia policial, después de que las autoridades detuvieran en días pasados a otros seis milicianos.
