MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, aseguró hoy que el Gobierno no ha recibido queja formal alguna por parte del Ejecutivo israelí ni se plantea convocar al embajador de este país en Madrid, Víctor Harel, para limar las asperezas surgidas entre ambos países por declaraciones como las últimas del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, quien ayer acusó a Israel de perseguir la muerte de civiles en el Líbano.
Según recordó, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, ya puso de manifiesto que ningún responsable del Gobierno israelí se había dirigido con ninguna queja, lo que, a juicio de Moraleda, "tiene sentido" porque España "sigue siendo un considerado por Israel y la Autoridad Palestina como un país amigo que puede y debe de hacer todo el esfuerzo necesario para que la paz sea lo único duradero" en la zona de conflicto.
En este sentido, Moraleda añadió que las palabras que han dado pie a la polémica entre España e Israel han de valorarse "en su justa medida", y recordó a continuación que el presidente y la vicepresidenta primera del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y María Teresa Fernández de la Vega, han definido "siempre de forma explícita" como "desproporcionada" la respuesta de Israel y han pedido una condena "sin paliativos" de los secuestros y actos terroristas como consecuencia del conflicto.
Preguntado sobre si el Ejecutivo se está planteando convocar al embajador de Israel en España, el secretario de Estado de Comunicación respondió negativamente, tras lo cual consideró que ha habido desde el inicio de la crisis entre ambos países interpretaciones "inadecuadas", como las que se produjeron tras la fotografía de Zapatero con el pañuelo palestino.
"COLABORAR" PARA EL ALTO EL FUEGO
Dicho esto, Moraleda quiso dejar claro que el objetivo del Gobierno español es "colaborar" para que el alto el fuego sea "inmediato" y agregó que una fuerza de interposición de carácter internacional puede ayudar a ello.
Sobre esa fuerza de interposición, Moraleda señaló que la participación de España en la misma estaría "sujeta al paraguas de Naciones Unidas y de su Consejo de Seguridad" con el objeto de evitar actuaciones que no estén consensuadas con la comunidad internacional.
Al respecto, destacó que la reunión internacional prevista para mañana en Roma va a tener "una importancia significativa" y confió en que su resultado que se produzca finalmente "un alto el fuego inmediato que permita que no haya más víctimas".
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