JERUSALÉN 4 Sep. (EP/AP) -
El Ministerio israelí de Asuntos Exteriores está poniendo en marcha un equipo especial legal con la misión de asesorar judicialmente a los dirigentes israelíes que puedan ser acusados de crímenes de guerra ante tribunales extranjeros por su implicación en la reciente ofensiva militar israelí contra la milicia chií libanesa Hezbolá.
La ofensiva, que duró 34 días y concluyó hace tres semanas, causó la muerte de más de 850 libaneses, en su mayoría civiles. El temor de las autoridades israelíes es que responsables de su Gobierno o de su Ejército puedan ser procesados durante alguno de sus viajes al extranjero.
La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) ha acusado a Israel de crímenes de guerra, incluidos ataques indiscriminados y desproporcionados contra objetivos civiles. Israel ha alegado que todas sus acciones fueron legales y ha acusado a Hezbolá de ocultarse entre la población civil y de atacar deliberadamente objetivos civiles en el norte de Israel.
En los enfrentamientos murieron 159 israelíes, incluidos 39 civiles alcanzados por cohetes de Hezbolá en el norte de Israel. Amnistía Internacional también ha condenado los ataques de Hezbolá.
Un representante del Ministerio de Asuntos Exteriores indicó hoy, bajo anonimato, que el equipo de defensa, que incluye a representantes de los Ministerios de Justicia y Defensa, cuenta con el apoyo del Gobierno para ayudar a los responsables israelíes en caso de tener que enfrentarse a juicios por crímenes de guerra en tribunales extranjeros.
En sus declaraciones, el mismo representante no quiso comentar la información del diario 'Haaretz' según la cual el Ministerio ha advertido a los dirigentes israelíes para que no hagan declaraciones incendiarias que puedan ser utilizadas en caso de proceso judicial.