ROMA, 20 Jul. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
El primer ministro libanés, Fuad Siniora, pidió ayuda a la comunidad internacional para desarmar a la milicia chií libanesa Hezbolá y acusó a los Gobiernos de Irán y Siria de dirigir las acciones del grupo. No obstante, en declaraciones publicadas hoy por el diario 'Corriere della Sera', aseguró que los bombardeos israelíes no resolverán "nada" y sólo "empeorarán la situación", y recordó que Israel ya intentó en el pasado destruir militarmente las infraestructuras de Hezbolá "y no sirvió para nada".
Siniora comentó que Hezbolá "se ha convertido en un problema gravísimo" ya que la milicia se ha constituido en "un Estado dentro de un Estado". "No es un misterio para nadie que Hezbolá responde a las agendas políticas de Teherán y Damasco", denunció el primer ministro libanés.
"Nosotros no somos un país rehén de Siria, pero los sirios están dentro de nuestra casa y nosotros somos aún bastante débiles para defendernos. Los terribles recuerdos de la guerra civil están demasiado presentes y nadie está preparado para tomar las armas", añadió.
En la entrevista, Siniora pidió al mundo que ayude a Líbano a desarmar a Hezbolá, pero puntualizó que antes que nada "se necesita que la comunidad internacional imponga el alto el fuego". Asimismo, añadió que en estos siete días de bombardeos se han producido 300 muertos, más de 1.000 heridos y medio millón de desplazados.
Según el primer ministro libanés, "si continúan los bombardeos no se podrá solucionar nada y empeorará la situación". "Tampoco Israel sacará nada de esto. Dicen que quieren terminar con las infraestructuras de Hezbolá, pero no se acuerdan de que ya lo intentaron militarmente en el pasado y no sirvió para nada", denunció.
El líder libanés recordó que "Hezbolá afirma que combate en una guerra partisana para liberar los 40 kilómetros cuadrados en Shebaa, tierra libanesa ocupada por Israel, y para liberar a los tres prisioneros en cárceles israelíes".
Por ello, pidió "que Israel abandone la zona de Shebaa, que no tiene ningún valor militar o económico, y libere a los prisioneros, a fin de que se pueda decir que Hezbolá no tiene ningún motivo legítimo para mantener un Ejército armado y entonces se verá obligado a ser únicamente una fuerza política".
Siniora reconoció que no confía en la propuesta del envío a las frontera entre Líbano e Israel de una fuerza internacional de Naciones Unidas. "He explicado a los líderes internacionales, con quienes estoy en contacto, que no bastan 6.000 o 20.000 soldados para desarmar a los Hezbolá si antes no se resuelve una situación más compleja, como es la de la zona de Shebaa", afirmó.
