BEIRUT 2 Mar. (EP/AP) -
Los quince principales dirigentes políticos libaneses, tanto cristianos como musulmanes, pro sirios y anti-sirios, se reunirán hoy con el fin de discutir sobre la peor crisis política vivida por el país desde que acabó la guerra civil (1975-90), en el que es además su primer encuentro desde que Siria retiró sus tropas del territorio libanés, donde llevaban casi 30 años, el año pasado.
Cuestiones como la destitución del presidente pro sirio Emile Lahoud, el desarme de la milicia libanesa Hezbolá o la definición de las relaciones sirio-libanesas amenazan con minar los esfuerzos de evitar que Líbano se suma en una mayor inestabilidad. El presidente del Parlamento, Nabih Berri, convocó este encuentro, subrayando que el diálogo interlibanés es "el único modo" de superar la crisis que amenaza la estabilidad del país.
Berri ha fijado tres temas fundamentales para la reunión, que estará rodeada de importantes medidas de seguridad: presionar para descubrir a los culpables del asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri en febrero de 2005; la resolución de la ONU que pide el desarme de todas las milicias; y las relaciones entre Líbano y Siria, que actualmente se encuentran en uno de sus peores momentos.
Según el presidente del Parlamento, pro sirio, también podrían discutirse otras cuestiones como el llamamiento a que dimita el presidente Lahoud. Samir Geagea, un líder cristiano de la coalición anti-siria que cuenta con una débil mayoría en el Parlamento, ha afirmado que derrocar a Lahoud es una prioridad sobre cualquier otra cuestión.
Pero Hezbolá apoya a Lahoud y ha rechazado los llamamientos para su desarme. Lahoud, que no ha sido invitado a la conferencia, ha rechazado dimitir y la coalición anti-siria no cuenta con la mayoría de dos tercios suficiente en el Parlamento para derrocarle.
Asimismo, las distintas facciones difieren sobre los hallazgos de la investigación de la ONU sobre la implicación de las autoridades sirias en el asesinato de Hariri. Mientras tanto, Walid Jumblatt, político druso que encabeza la campaña contra Siria, ha dicho que presionará en pro del desarme de Hezbolá, un estrecho aliado de Damasco.
Todo esto lleva a dudar el ex primer ministro Salim Hoss, un político moderado suní que tampoco ha sido invitado al encuentro, de que las profundas diferencias entre los distintos grupos puedan superarse. "No estoy exagerando cuando digo que este diálogo será inútil", afirmó.
Aunque todas las facciones políticas están de acuerdo en el significado de la conferencia de hoy, hay escepticismo de que los políticos que han vertido duras acusaciones en las últimas semanas y han competido entre sí con manifestaciones de protesta, sean capaces de llegar a un acuerdo.
Siria se retiró de Líbano el pasado mes de abril, ante las masivas manifestaciones de protesta y la presión internacional tras el asesinato de Hariri. Desde entonces, se han producido una serie de atentados con bomba, algunos de los cuales han tenido como objetivo a personalidades anti-sirias, matando a dos periodistas y un político.