ROMA 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
El fiscal jefe del Tribunal Especial de la ONU para Sierra Leona, Desmond da Silva, advirtió hoy de que podrían transcurrir "muchos meses" antes de que comience el juicio contra el ex presidente liberiano Charles Taylor, acusado de crímenes contra la Humanidad y encarcelado desde ayer en Sierra Leona tras su detención y entrega por parte de las autoridades nigerianas. No obstante, Taylor podía comparecer ante un juez "en breve, puede que este fin de semana", añadió, citado por la agencia misionera de noticias MISNA.
Taylor fue detenido ayer por las autoridades nigerianas en el momento en que intentaba huir a Camerún desde el norte de Nigeria, país en el que vivía exiliado desde 2003. Inmediatamente después de su detención fue extraditado a Liberia, desde donde fue transferido a los responssables del Tribunal Especial, que lo trasladaron en helicóptero a Freetown.
"Es un momento importante para la justicia internacional, para la comunidad internacional y, sobre todo, para el pueblo de Sierra Leona", prosiguió Da Silva. "La presencia de Taylor en la cárcel del Tribunal Especial manda un claro mensaje: no importa lo rico, potente o temido que se sea, la justicia prima ante todo", añadió.
A principios de este mes, la fiscalía añadió otros 11 cargos a los 17 que ya había emitido contra Taylor en marzo de 2003, entre los que se incluye el "apoyo financiero, militar, de adiestramiento, personal y con armas y municiones" a los rebeldes del Frente Unido Revolucionario (RUF) de Sierra Leona para "obtener acceso a las riquezas mineras de Sierra Leona, en particular los diamantes, y para desestabilizar al país".
En el acta de acusación de marzo de 2003, el Tribunal Especial para Sierra Leona inculpa a Charles Taylor --un multimillonario traficante de armas y diamantes que también financió a grupos armados en Guinea-Conakry y Costa de Marfil-- por crímenes contra la Humanidad cometidos en el contexto de "un amplio y sistemáticao ataque dirigido directamente contra la población civil" por los rebeldes de Sierra Leona, a quienes el ex mandatario supuestamente ayudó logísticamente y con armas entre 1996 y 2000.
Entre las acciones que según el Tribunal cometió el RUF con el apoyo o consentimiento de Taylor destacan los actos de terror contra civiles, incluidos castigos colectivos a las poblaciones que apoyaron al Gobierno electo de Sierra Leona o que no dieron suficiente ayuda a las tropas rebeldes, y los homicidios ilegales de civiles. "Las víctimas sufrieron con frecuencia disparos, hachazos hasta la muerte y quemaduras hasta la muerte", indica la acusación.
Asimismo, la acusación denuncia actos de violencia sexual contra las mujeres y niñas civiles, incluidas violaciones brutales, en ocasiones múltiples. Aparte, cientos de mujeres y niñas fueron obligadas a trabajar como esclavas sexuales, algunas de ellas durante años. El acta de acusación informa también de numerosos actos de violencia física contra civiles, incluidos cortes de miembros humanos u otras mutilaciones.
El Tribunal denuncia también el uso de niños soldados --niños y niñas menores de 15 años de edad-- en actos de combate. Muchos de estos menores habían sido secuestrados y posteriormente entrenados como combatientes en los campamentos de las fuerzas de Taylor, según la acusación.
También se incluye en la acusación la esclavización de civiles a los que se obligaba a trabajar en servicios domésticos y en las minas de diamantes, los saqueos e incendios de aldeas --en algunos casos fueron incendiadas todas las casas de algunos asentamientos-- y los ataques a las fuerzas de paz de Naciones Unidas y a trabajadores humanitarios, algunos de los cuales fueron asesinados y otros secuestrados.