Libia.- Los 27 descartan las medidas urgentes que pide Italia porque no ven riesgo inminente de ola de refugiados

Actualizado: jueves, 24 febrero 2011 21:37

Roma insiste en la amenaza de una "emergencia humanitaria de dimensiones inimaginables"

BRUSELAS, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los ministros del Interior de los Veintisiete han descartado este jueves adoptar las medidas preventivas urgentes que pedía Italia frente a una posible ola de refugiados libios, como crear un fondo de emergencia o un mecanismo de reparto de los inmigrantes entre los países de la UE, porque no ven un riesgo inminente de avalancha.

El ministro italiano del Interior, Roberto Maroni, ha vuelto a alertar después de la reunión, citando a los servicios secretos de su país, del riesgo de una "emergencia humanitaria de dimensiones inimaginables" por la llegada de inmigrantes procedentes de Libia. Maroni ha resaltado que la Agencia Europea de Control de Fronteras (FRONTEX) ha hablado de "al menos un millón de refugiados" y ha avisado de la amenaza de infiltración criminal e islamista.

Maroni ha celebrado el compromiso de la UE de dar más dinero para la lucha contra la inmigración irregular, pero ha lamentado la oposición de la mayoría de los Estados miembros a crear un mecanismo de reparto de los inmigrantes entre los Estados miembros. Y ha anunciado que los países del sur -Italia, España, Francia, Malta, Grecia y Chipre- se van a constituir en "lobby del Mediterráneo" y compartirán información de riesgos.

Por su parte, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha coincidido con su homólogo italiano en que, dependiendo de lo que suceda en Libia, "podemos encontrarnos con un número no pequeño de refugiados que puedan querer venir a Europa y eso tenemos que abordarlo". No obstante, ha negado que se trate de una "avalancha" y ha asegurado que Europa acogerá a los refugiados pero no tolerará a las mafias.

"Cuando hay caos institucional, cuando fallan las políticas de fronteras, pues las mafias hacen su agosto. Y por eso, insisto, refugio por supuesto, pero mafia de ninguna manera", ha señalado. Y se ha mostrado partidario de que la UE apoye a Italia.

En contraste, la comisaria de Interior, Cecilia Malmström, ha subrayado que "de momento no hemos visto que nadie haya venido a Europa desde Libia" y ha apuntado que el flujo de inmigrantes tunecinos a la isla italiana de Lampedusa "ha disminuido considerablemente". Según los datos de Italia, han llegado desde principios de año 6.123 tunecinos.

En todo caso, Malmström ha explicado que la UE cuenta con "una larga lista de instrumentos" para reaccionar si es necesario. En este sentido, ha destacado la puesta en marcha de la misión de FRONTEX Hermes para frenar la llegada de inmigrantes a Lampedusa, Sicilia y la costa italiana, que podría ampliarse si es necesario.

Asimismo, Frontex y la agencia policial europea Europol están realizando "análisis de riesgo para toda la zona". Y el Ejecutivo comunitario está "examinando todos los fondos a nuestra disposición" e incluso movilizar fondos extraordinarios para asistir a Italia. Malström ha reiterado la preocupación de la UE por la violencia que está aplicando el régimen de Muamar Gadafi para sofocar la revuelta ciudadana.

El ministro del Interior de Hungría, Sándor Pintér, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE, ha asegurado que el problema "no afecta principalmente a los países del sur de Europa sino a toda Europa y a todo el mundo". Pero a continuación ha destacado que de momento los libios se están dirigiendo a los países vecinos, especialmente a Egipto y a Túnez.

"Las fronteras de Libia con Egipto y de Libia con Túnez están abiertas y estamos tratando de garantizar que haya allí las instalaciones necesarias para acoger a esos refugiados y así no tengan que venir a la UE", ha dicho. "Confiamos en que no tendremos que hacer frente a una oleada importante de inmigrantes", ha insistido Pintér.

Algunos países como Alemania o Francia han señalado que el número de inmigrantes llegados hasta ahora a Italia es muy pequeño en relación a su población y que el Gobierno de Roma tiene recursos suficientes para gestionarlos.