PARÍS 13 Jul. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -
La primera dama francesa, Cecilia Sarkozy, visitó ayer por sorpresa Libia para reunirse en dos ocasiones con el dirigente del país norteafricano, Muamar Gadafi, en un intento por sensibilizar al régimen libio por la situación de las enfermeras búlgaras y el médico palestino condenados a muerte acusados de haber contagiado con el virus del sida a más de 400 niños libios.
Según indicó el secretario general del Palacio presidencial del Elíseo, Claude Guéant, tras esta visita, "se puede ser razonablemente optimista" sobre el futuro de los condenados. En declaraciones a 'Europe 1', en la que aseguró que las familias de los niños libios están "dispuestas a perdonar" el contagio de las víctimas debido a un error médico cometido inintencionadamente, según mantienen los condenados.
Las declaraciones de Guéant parecen sumar credibilidad al anuncio realizado esta semana por los portavoces de la Fundación Gadafi, presidida por Saif El Islam, uno de los hijos del dirigente libio, y que dirige las negociaciones entre Libia, la Unión Europea y las familias de los niños contagiados que pretenden encontrar una salida humanitaria a los condenados.
El pasado martes, Salah Abdessalem, portavoz de la Fundación Gadafi, dijo que la Liga de los Niños Libios, la asociación que representa a las víctimas contaminadas, y la organización presidida por Saif El Islam habían alcanzado un acuerdo que podría significar el fin de la crisis.
Sin embargo, el miércoles, el Tribunal Supremo libio ratificó la condena a muerte contra las enfermeras búlgaras y el doctor, confirmando las sentencias emitidas contra los profesionales médicos en 2004 y en 2006 tras una apelación.