Para De Arístegui, es igual de "legítimo" criticar tanto al líder libio como a Hugo Chávez
MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, afirmó hoy que no se puede comparar a dictadores como Sadam Husein con el dirigente libio, Muamar Gadafi, ya que, en este caso, el primero fue "responsable de cientos de miles de muertos" y el otro "es responsable de miles".
Así argumentó De Arístegui, en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, su afirmación de que "lo que hay que hacer con los dictadores de esta o de cualquier otra naturaleza", como Gadafi, es un "diálogo firme, exigente y crítico".
En este sentido, remarcó que "la UE está manteniendo un diálogo crítico con las autoridades iraníes" en casos como, por ejemplo, la ejecución de los homosexuales, actos que De Arístegui calificó de "asesinatos", y lamentó que el Gobierno haya "abandonado" el diálogo con Cuba.
En cuanto al encuentro que mantuvieron el pasado sábado el líder libio y el ex presidente del Gobierno José María Aznar, De Arístegui lo encuadró en un "agradecimiento por parte de Gadafi hacia el ex presidente, que fue uno de los que contribuyó a normalizar y a desbloquear" la crisis internacional con Libia tras el atentado de Lockerbie (Escocia) en 1988.
Para el portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, "Gadafi ha hecho una evolución política", aunque "no perfecta", y "entregó a los dos responsables del atentado de Lockerbie" porque era "una de las condiciones que la comunidad internacional imponía".
Por ello, criticó que cuando Aznar visitó Libia, siendo el primer dirigente que viajaba a este país después del levantamiento de las sanciones internacionales, José Luis Rodríguez Zapatero, entonces líder de la oposición, emitiera críticas "feroces y muy irresponsables" al respecto.
En su opinión, Gadafi es "digno de crítica" y alentó a que continúen haciéndose "desde europa, desde occidente, desde las democracias más avanzadas del mundo". De hecho, lo consideró igual de "legítimo" como las críticas al presidente venezolano, Hugo Chávez, por "sus trampas en las elecciones, las persecuciones a periodistas y opositores".
