Los líderes europeos se dan de plazo hasta finales de 2008 para resolver la crisis constitucional

Actualizado: viernes, 16 junio 2006 2:01


BRUSELAS, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco se comprometieron ayer a encontrar una solución a la crisis constitucional que vive la Unión Europea desde el 'no' de Francia y Países Bajos antes de finales de 2008 a partir de las propuestas que formule la canciller alemana Angela Merkel durante su presidencia el primer semestre de 2007, según explicaron fuentes de la presidencia austriaca.

Los Veinticinco pactaron además celebrar una reunión extraordinaria el 25 de marzo de 2007 en Alemania para conmemorar el 50 aniversario del Tratado de Roma, origen de la UE. En esta cumbre, los líderes europeos firmarán una declaración política que recoja los "valores y ambiciones" de Europa.

Finalmente, los jefes de Estado y de Gobierno acordaron dar un nuevo impulso a la ratificación de la Carta Magna para incitar a aquellos países que lo deseen a aprobarla, señalando que la reflexión será "paralela al proceso de ratificación". La presidencia austriaca quiere incluir una referencia a la necesidad de que este proceso "continúe con éxito". De momento, sólo Finlandia ha indicado que tiene intención de dar luz verde al texto durante su presidencia que empieza el próximo 1 de julio.

Viena ha propuesto también adjuntar a las conclusiones una lista con proyectos concretos para el periodo 2006-2010 para demostrar que la UE produce "proyectos y resultados". El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, intervino en la sesión para pedir que uno de estos proyectos prioritarios sea la inmigración.

El canciller de Austria y presidente de turno del Consejo Europeo, Wofgang Schüssel, se mostró "optimista" con que la UE pueda encontrar una solución con respecto a la Constitución europea "en la segunda mitad de 2008". La misma fecha fue mencionada por la cancillera alemana, Ángela Merkel. "Es un proceso abierto que debería terminar antes de finales de 2008. Debería reforzarse para que sea útil para Europa y la presidencia alemana trabajará con interés para ello", dijo.

El presidente francés, Jacques Chirac, admitió que "no existe solución a corto plazo", pero dijo que confía en que la presidencia alemana "haga propuestas que permitan relanzar el proceso de reforma de las instituciones". "Es un procedimiento que llevará tiempo y en el que la futura presidencia francesa, en el segundo semestre de 2008, tendrá un papel importante", recalcó.

En su intervención ante el Consejo Europeo, Chirac insistió en su tradicional tesis de que "el ritmo de la ampliación debe tener en cuenta la capacidad de absorción de la Unión". "Es importante garantizar que la Unión conserve la capacidad política, financiera e institucional de acoger a nuevos miembros, y también es capital asegurar el apoyo de los ciudadanos a la ampliación", dijo.

RESPONSABILIDAD DE FRANCIA Y HOLANDA

Por su parte, el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, recalcó que ahora corresponde a Francia y Países Bajos aclarar qué piensan hacer. "No podemos continuar el proceso de ratificación, al menos no en mi país, hasta que tengamos una aclaración de Francia y Países Bajos", apuntó.

No obstante, descartó que sea posible encontrar una solución a corto plazo porque 2 países han dicho 'no' y otros 16 han respaldado la Carta Magna. "Algunos han dicho 'no', otros han dicho 'sí', y este es el motivo por el que no vamos a encontrar una solución en esta cumbre y vamos a prolongar el periodo de reflexión", señaló.

A juicio del primer ministro sueco, Göran Persson, todavía no se puede dar por muerto el Tratado constitucional. "No debemos ser pesimistas. Hay tiempo para maniobrar, y confío bastante en que habrá un nuevo intento tanto en Francia como en Países Bajos", aseguró. A su juicio, la capacidad de absorción no debería incluirse en ningún caso como nuevo criterio para frenar futuras ampliaciones.

El primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, indicó que "es difícil imaginar que pueda haber una Constitución ahora". Lo importante, según Juncker, es que en el proyecto estén Francia y Alemania, mientras que consideró menos problemática la ausencia de Reino Unido de una futura Carta Magna.

El secretario de Estado para Asuntos Europeos, Alberto Navarro, afirmó que el Gobierno está dispuesto a admitir modificaciones en el Tratado constitucional que, sin embargo, no afecten al contenido del texto, puesto que "es objeto de unos equilibrios muy delicados" entre los 25 socios europeos.

Aseguró que el Gobierno "defiende el contenido del Tratado más que el continente, lo que está dentro del tratado". España "viene con la cabeza muy alta" a la Cumbre de la UE por haber sido uno de los 15 Estados miembros que ya han ratificado.

Defendió el "contenido del Tratado", a pesar de que señaló que "obviamente, ya veremos el año que viene cuando finalice el proceso de reflexión, cómo hacemos realidad el contenido del Tratado, pero España quiere que se mantenga porque es objeto de unos equilibrios muy delicados", dijo.

En el mismo sentido, el primer ministro portugués, José Sócrates, explicó que si se produce cualquier modificación debe ser teniendo como base el actual texto. "Deben buscarse todas las salidas para una solución política que una a Europa, pero la base para esta evolución debe ser el actual Tratado (constitucional). Ya ha sido firmado por todos los países y debe servir de referencia e inspiración para las futuras negociaciones", explicó.

El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, reiteró que no se puede decir 'sí' a la ampliación "sin cambiar las instituciones para trabajar de forma eficiente en una Europa ampliada". Mientras se resuelven los problemas relativos a la Carta Magna, defendió una Europa "de proyectos y de resultados". "Voy a pedir a los líderes europeos que no tiene sentido discutir sobre la crisis. Lo que necesitamos es dar más confianza en Europa", recalcó.

POCO CONSENSO SOBRE EL CAMINO

La ministra de Asuntos Exteriores británica, Margaret Becket, señaló que existe "consenso" para prorrogar el periodo de reflexión, pero "parece haber menos consenso sobre el camino que debemos seguir".

El jefe de la diplomacia de Eslovaquia, Eduard Kukan, dijo que "el periodo de reflexión debería extenderse pero ello no debería impedir que continúe el proceso de ratificación y la ampliación de la UE". "Preferimos que cada Estado miembro diga claramente cuál es su posición. Ello nos daría una perspectiva más clara sobre el futuro", concluyó.

Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, defendió mantener la "coherencia" del Tratado constitucional --el Parlamento Europeo está en contra del "desguace", dijo-- si bien admitió que "alguna clase de revisión habrá que hacer" si se quiere lograr algún tipo de unanimidad. Borrell no quiso responsabilizar exclusivamente a Francia y Países Bajos de la parálisis que sufre la UE y dijo que algunos otros Estados les usan como "burladero" y se niegan a continuar con el proceso de ratificación.

Además, recordó que, con el actual marco institucional, no será posible seguir adelante con el proceso de ampliación y que "no es posible seguir añadiendo pisos a un edificio sin preocuparse por la solidez de sus cimientos". "Hay especies animales que han desaparecido porque el crecimiento en volumen no se ha adaptado a su propio peso y a la UE le puede pasar lo mismo. No es posible seguir creciendo en volumen sin aumentar el esqueleto", ilustró.