Lukashenko aspira a conseguir hoy su tercer mandato en medio de acusaciones de irregularidades

Europa Press Internacional
Actualizado: domingo, 19 marzo 2006 10:07

MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -

Aproximadamente siete millones de electores bielorrusos están llamados a las urnas hoy para decidir si prolongar el mandato del actual presidente, Alexander Lukashenko, tildado por la comunidad internacional de "último dictador" de Europa, o conceder a la nación una oportunidad de cambio inclinándose por alguno de los tres candidatos de la oposición, Alexander Milinkevich, Aleksander Kozulin y Sergei Haydukevich, en unos comicios marcados por irregularidades, detenciones, amenazas y advertencias redundantes de los organismos internacionales que denunciaron el clima antidemocrático de la campaña preelectoral.

Estaba previsto que unos 1.200 observadores internacionales acudieran a la cita electoral, cuyas primeras votaciones comenzaron el pasado martes en localidades pequeñas, pero muchos de los representantes fueron privados del derecho de entrada al país por "indeseables".

Los 6.627 colegios electorales (41 de ellos en el extranjero) abrieron a las 8:00 de la mañana (hora local, las 7:00 en España peninsular) y cerrarán a las 20:00 horas. Para esa hora, Milinkevich ha convocado a sus seguidores para que salgan a las calles para exigir democracia,

Desde diferentes organismos internacionales se estima que el resultado electoral no traerá grandes cambios en el panorama político bielorruso. Los comicios, bajo lupa y calificados de antidemocráticos, darán lugar previsiblemente a una victoria de Lukashenko, en el poder desde 1994. Aunque el mandatario no goza de ningún apoyo de los países occidentales, sí dispone del visto bueno del Kremlin.

Un sondeo difundido el pasado jueves por el Instituto ruso de Investigación de la Opinión Pública --autorizado por las autoridades bielorrusas-- señalaba que un 60 por ciento de los votantes se inclinaría por mantener a Lukashenko en el poder.

Es difícil hablar de sondeos independientes, ya que el régimen de Lukashenko reprime con éxito desde hace más de una década cualquier tentativa que conlleve el adjetivo de "democrático". Asimismo ni los medios de comunicación ni otras instituciones difieren de lo "políticamente correcto".

Además Lukashenko ha estado minando la oposición democrática de una forma consecuente desde 1999. Entre este año y 2001 Bielorrusia fue escenario de una serie de desapariciones secretas de los miembros de la oposición de los que hasta ahora nunca se supo. La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa tachó las polémicas desapariciones de "asesinatos políticos".

Asimismo, las fuerzas de la oposición tienen una difícil tarea de vencer a un contrincante a cuya disposición están todas las instituciones nacionales y que en ocasiones anteriores atentó contra sus iniciativas democráticas.

Lo que varía con respecto a las elecciones anteriores es el hecho de que la oposición democrática aparece por primera vez unida.

Lukashenko se enfrenta a Aleksander Milinkevich, que fue elegido por todas las fuerzas de la oposición de forma unánime, transparente y democrática; Aleksander Kozulin, un candidato menos visible en la escena electoral procedente del Partido Bielorruso Socialdemócrata, y el diputado Sergei Haydukevich.

LA ALTERNATIVA DE MILINKEVICH

Entre los tres candidatos rivales de Lukashenko, el que más destaca es Milinkevich. Su aterrizaje en la vida política comenzó formalmente en otoño de 2005 coincidiendo con el inicio de su campaña electoral y tras ser designado por las fuerzas democráticas de la oposición como su único candidato. Los primeros días estuvieron marcados por un apoyo casi inexistente, mientras que ahora, después de seis meses, el candidato goza de un apoyo relevante, aunque no cuantificado con exactitud debido al handicap del régimen que niega encuestas y mediciones fuera de una 'legalidad' establecida.

De hecho, uno de los síntomas del crecimiento de la oposición son las acciones de las autoridades que en las últimas semanas comenzaron una campaña sin precedentes que se saldó con más de 300 detenidos entre miembros de la oposición y el anuncio del pasado jueves realizado por la KGB, que advirtió de que la oposición está fraguando una toma de poder ilegal y animando a la gente a protestar y manifestarse en contra de las autoridades.

Ante esta situación, la campaña electoral se realizó en un clima marcado por amenazas y miedo. Las autoridades detuvieron a más de 300 personas, confiscaron en varias ocasiones materiales electorales, prohibieron en algunos casos mitin electorales y golpearon y después detuvieron al candidato Kozulin.

Todo apunta, según afirmó el viernes un eurodiputado polaco y jefe del grupo de trabajo sobre Bielorrusia, Bogdan Klich, que las autoridades quieren paralizar las actividades de la oposición y reprimir una tentativa de manifestación en contra del poder al estilo de las 'revoluciones de colores' como la 'Naranja' que llevó a la instauración de Victor Yushchenko en el poder.

Asimismo, la KGB bielorrusa advirtió de que juzgará por cargos terroristas a todo quien intente desestabilizar el país durante la jornada electoral y el ministro de Exteriores bielorruso, Sergei Martynov, llamó a los embajadores europeos en Bielorrusia para advertirles de que no interfieran en el proceso electoral.

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