KUALA LUMPUR 10 Feb. (EP/AP) -
Un malasio reclutado por Al Qaeda para convertirse en uno de los pilotos suicida que iban a perpetrar una segunda ola de atentados como los del 11-S en la costa oeste de Estados Unidos abandonó los planes tras ser testigo de los primeros atentados, según informaron hoy responsables del sureste asiático.
El presidente estadounidense, George W. Bush, había indicado ayer algunos de los detalles de un presunto complot para secuestrar un avión y hacerlo volar hasta chocar contra un rascacielos en Los Angeles y dijo que la cooperación entre Washington y varios países asiáticos ayudó a evitarlo.
El plan parece que nunca llegó a estar cerca de su ejecución y las decenas de arrestos tras los atentados de septiembre de 2001 afectaron seriamente la capacidad de Al Qaeda y de su organización afiliada en el sureste asiático, Jemaa Islamiya, de actuar.
Fuentes oficiales y expertos en terrorismo del sureste asiático indicaron hoy que el ingeniero malasio Zaini Zakaria figuraba entre los tres hombres que Al Qaeda estaba preparando para que participaran en un ataque a la costa oeste estadounidense.
Zaini viajó a campamentos de Al Qaeda en Afganistán en 1999, donde se reunió con altos responsables de la organización terrorista entre ellos el indonesio Riduan Isamuddin, o Hambali, según indicó un responsable de seguridad malasio a AP. Cuando regresó a Malasia ese mismo año, Zaini consiguió licencia para pilotar una avioneta, y comenzó a hacer averiguaciones en Australia sobre cómo conseguir una licencia para pilotar un avión de mayor tamaño, según la citada fuente.
Pero a Zaini nunca se le dijo cuál sería su misión para Al Qaeda. Cuando éste vio lo ocurrido el 11-S, cortó sus relaciones con el grupo terrorista. Zaini, que ha estado detenido sin ser juzgado en Malasia desde diciembre de 2002, declaró a los interrogadores malasios que "no quería ese tipo de Yihad", indicó otro responsable malasio a AP.