KUALA LUMPUR, 25 Nov. (EP/AP) -
La Policía malaya disparó hoy con cañones de agua y gas lacrimógeno a los casi 5.000 manifestantes indígenas que reclamaban mayores derechos para esta parte de la población del país asiático. Además, varios de los participantes fueron arrestados, según confirmaron varios testigos del incidente.
Los manifestantes comenzaron la protesta, la cual había sido prohibida por el Gobierno bajo las acusaciones de promover el odio racial por parte de los organizadores, en una zona cerca de las Torres Petronas, en la capital.
Las reclamaciones de esta minoría étnica malaya estaban dirigidas a la política del Gobierno (de mayoría musulmana) tomada respecto a ellos, la cual supone una marginalización económica, según los participantes.
Otras miles de personas se reunieron en el exterior de las Cuevas Batu, un templo hindú situado a las afueras de la ciudad, con la intención de unirse a los manifestantes en una marcha que terminaría en el Alto Comisionado Británico, para dejar claro los abusos sufridos por los indianos desde el colonialismo británico, señalaron los participantes.
