Al Maliki achaca la violencia al "vacío de poder" en la región y al resurgimiento de los grupos extremistas

Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 21:57

WASHINGTON, 1 Nov. (Reuters/EP) -

El primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, ha achacado este jueves el deterioro de la situación de seguridad en el país árabe al resurgimiento de los grupos extremistas y el vacío de poder existente en la región, y ha rechazado que el incremento de los atentados sea consecuencia de las políticas de su Gobierno.

"Se ha creado un vacío (de poder en la región) que (la organización terrorista) Al Qaeda y otros grupos han sabido explotar para ganar terreno. Se han aprovechado del derrumbamiento de las estructuras estatales, por lo que vemos una nueva realidad que ha permitido el retorno del terrorismo", ha argumentado.

En su primera visita a Washington en los últimos dos años, Al Maliki se ha reunido con el secretario de Defensa, Chuck Hagel, y el jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército, Martin Dempsey. Asimismo, se reunirá con el presidente, Barack Obama, durante la jornada del viernes.

"Somos aliados y derramamos sangre juntos en la lucha contra el terrorismo. Esto nos permitió derrotar al terrorismo en Irak, pero el problema ha regresado", ha sostenido el primer ministro iraquí durante una conferencia.

Asimismo, ha defendido que todas sus medidas han sido tomadas en línea con la Constitución del país y ha negado que existan tensiones sectarias. "Tenemos argumentos comunes, una visión común basada en la Constitución que construimos. Si preguntáis si tenemos problemas, diré que por supuesto, la democracia necesita mucho tiempo y soluciones", ha añadido.

Por ello, ha solicitado a Washington la entrega de helicópteros militares 'Apache' y más armamento para hacer frente a Al Qaeda. "Estamos hablando con los estadounidenses y les hemos dicho que necesitamos beneficiarnos de su experiencia, de su información de Inteligencia y de su entrenamiento", ha remachado.

OLEADA DE VIOLENCIA

Al Maliki advirtió la semana pasada de que su país se enfrenta "a una guerra genocida" e hizo un llamamiento en favor de la celebración de una conferencia internacional para hacer frente al terrorismo en Irak.

Más de 6.000 personas han muerto en Irak a causa de la violencia en lo que va de año, mientras los grupos islamistas suníes y otros movimientos insurgentes van ganando terreno en su lucha contra el Gobierno de Bagdad, dominado por miembros de la confesión chií.

Una de las principales preocupaciones derivadas del conflicto en Siria para Bagdad es la presencia en el país del Frente al Nusra, una organización vinculada con Al Qaeda que ya ha sido incluida por Estados Unidos en su lista de organizaciones terroristas, y del Estado Islámico de Irak y el Levante, surgido tras la unificación del Estado Islámico de Irak --la rama de Al Qaeda en el país-- y varias milicias salafistas sirias.

En febrero, el Estado Islámico de Irak llamó a levantarse en armas contra el Gobierno de Al Maliki a la población suní de Anbar --la provincia más grande del país y con fronteras con Jordania, Siria y Arabia Saudí-- y, por extensión, del resto del país.

Naciones Unidas cifró en 761 el número de muertos durante el mes de junio debido a los ataques de las milicias insurgentes en Irak, una cifra inferior a la recogida en mayo, cuando la violencia alcanzó su peor repunte desde la guerra sectaria de los años 2006 y 2007.

Pese a que la violencia está por debajo del nivel de aquellos años, continúan produciéndose ataques diarios de los milicianos de Al Qaeda y otros grupos armados suníes, en un intento de debilitar el Gobierno actual, liderado por chiíes, y generar mayor confrontación en el país.

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