MADRID 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Dirección General de la Guardia Civil se ha puesto en contacto con las fuerzas de seguridad marroquíes para indagar sobre la presunta implicación de "elementos de la Guardia Civil" en una red de tráfico de personas desmantelada por la Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN) marroquí.
Fuentes de la Benemérita consultadas por Europa Press afirmaron que el instituto armado no tiene constancia oficial ni oficiosa de esta acusación revelada ayer por la agencia oficial marroquí MAP, de modo que se han puesto en contacto con sus contrapartes marroquíes para recabar más información.
Ayer, la agencia marroquí, citando fuentes de la DGSN, había informado del desmantelamiento de una red especializada en la organización de inmigración clandestina de ciudadanos de India y Pakistán a través de varios países africanos y del Golfo Pérsico, y con la complicidad de los servicios de seguridad de los países africanos de tránsito, e incluso de "elementos de la Guardia Civil" española, cuya implicación ha sacado a la luz la investigación.
Según la DGSN, durante la llamada 'Operación Pulpo', lanzada el 25 de enero pasado, "unas 70 personas en total han sido detenidas en el marco de esta operación que desembocó igualmente en la incautación de cinco vehículos, importantes medios de comunicación, sumas considerables de dinero en moneda marroquí y divisas, así como documentos comprometedores en relación con las actividades de la red".
Los detenidos se encuentran todos en Nador, donde está previsto que comparezcan ante la fiscalía, según la MAP. Fue precisamente en esta ciudad donde comenzó la investigación tras aparecer en Melilla en enero 38 inmigrantes de origen indio ocultos en un camión que procedía de Nador. La investigación se amplió posteriormente a otras ciudades como Casablanca, Rabat, Fez y Tetuán, según la DGSN.
"De los detenidos, 29 son parte integrante de esta organización criminal, de los cuales 19 son marroquíes, cinco indios y cinco paquistaníes", indicó la citada fuente, precisando que también está implicado un policía del aeropuerto Mohamed V de Casablanca, mientras que los otros 41 detenidos son ciudadanos indios "candidatos a la inmigración clandestina".
La investigación ha permitido encontrar enlaces no sólo en India y Pakistán, donde se organizaba todo el proceso, sino también en varios países africanos, europeos y en Canadá. Los candidatos a la inmigración, tras pagar entre 10.000 y 12.000 dólares, eran trasladados a países como Togo, Burkina Faso, Senegal o Mali, para concentrarlos posteriormente en el norte de este último país antes de llevarles por carretera, cruzando Argelia, a Marruecos. Otros llegaban al reino alauí vía Dubai o Yedá (Arabia Saudí).