MADRID, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
Más de un millar de civiles han muerto en la región siria de Idlib desde que las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad iniciaron su ofensiva a finales de abril, según la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que ha denunciado el fallecimiento de al menos 304 niños.
Naciones Unidas ha podido "verificar" la muerte de 1.089 civiles, en su mayoría víctimas de acciones del régimen de Al Assad o de sus aliados --principalmente Rusia--. Las tropas leales al Gobierno serían las responsables de 1.031 de estas muertes, tanto en ataques terrestres como aéreos.
Durante este periodo, también se han registrado daños en 51 instalaciones y equipos médicos, desde hospitales a clínicas pasando por ambulancias, según el recuento presentado este miércoles por Bachelet, que ha llamado al diálogo como método de resolución de cualquier conflicto.
"No es necesario enfatizar que estas cifras son terribles, vergonzosas y profundamente trágicas", ha lamentado la Alta Comisionada, en cuya opinión se está teniendo "poca consideración" por proteger a la población civil de los enfrentamientos que aún persisten en Siria ocho años y medio después del inicio de la guerra.
"Cualquier futura escalada solo provocará más pérdidas de vida y desplazamientos de civiles que ya se han visto obligados a huir en varias ocasiones, en condiciones humanitarias deplorables", ha añadido Bachelet.
La Alta Comisionada ha instado a las partes directamente implicadas y a los gobiernos que puedan tener influencia sobre ellas --algunos de ellos "poderosos"-- a "dejar a un lado las diferencias y frenar la carnicería" que se vive en Siria y, en particular, en su zona noroeste.
