Militares del Regimiento de Seguridad Presidencial durante el golpe de Estado
JOE PENNEY / REUTERS
Actualizado: domingo, 20 septiembre 2015 23:45

UAGADUGÚ, 20 Sep. (Reuters/EP) -

Los mediadores internacionales han anunciado este domingo que hay ya un borrador de acuerdo para que la junta militar golpista devuelva el poder a un gobierno civil en Burkina Faso, aunque esta devolución no será inmediata.

El anuncio lo ha realizado el presidente de Senegal, Macky Sall, en rueda de prensa tras una serie de contactos con los golpistas y ante los disturbios por cuarto día consecutivo protagonizados por manifestantes prodemocráticos y simpatizantes del golpe de Estado. Mientras, continúa en vigor el toque de queda durante las noches.

La propuesta de Sall, actual presidente de turno de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), incluye el aplazamiento de las elecciones previstas para octubre al 22 de noviembre.

A cambio de entregar el poder, el general golpista, Gilbert Diendéré, y la guardia presidencial --el Regimiento de Seguridad Presidencial que encabeza Diendéré-- recibirían una amnistía para los actos cometidos durante la asonada. Así, Michel Kafando sería restituido como presidente interino y se formaría un nuevo gobierno sin presencia de militares, con lo quedaría fuera el primer ministro Isaac Zida, considerado rival de Diendéré.

El acuerdo también prevé que los aliados del expresidente Blaise Compaoré, considerado afín a Diendéré, que habían quedado fuera del proceso electoral debido a una ley aprobada por las autoridades del gobierno transición formado el año pasado tras el derrocamiento de Compaoré. Ahora el plan será presentado ante los líderes de la CEDEAO que se runirán el martes en Nigeria.

Sin embargo, Reuters ha tenido acceso a la propuesta de Diendéré, quien sería el encargado de dirigir un nuevo proceso de transición al frente del Gobierno.

También desde los distintos grupos políticos y organizaciones de la sociedad civil se han mostrado inquietos por el contenido de la propuesta de Sall. "Es un borrador. Nada más", ha argumentado el dirigente político Benewende Sankara.

Otro dirigente político, Roch Marc Christian Kabore, ha alegado que no pudo ver el contenido del documento hasta que se hizo público y se ha podido ver llorando a un portavoz del grupo de la sociedad civil Balai Citoyen, Guy-Hervé Kam.

"¡Nuestro país nos necesita, camaradas! Tenemos que paralizar Uagadugú por todos los medios", ha reclamado a través de Facebook uno de los líderes de Balai Citoyen, Smockey Bambara. El grupo fue uno de los más activos durante las movilizaciones contra Compaoré.

Un corresponsal de Reuters ha sido testigo de cómo soldados del Regimiento de Seguridad Presidencial quemaban una pila de ciclomotores para limitar así la movilidad de los manifestantes. Los comercios siguen cerrados y se pueden escuchar disparos esporádicos por toda la capital.

Militares del Regimiento de Seguridad Presidencial asaltaron el miércoles el lugar donde se celebraba el Consejo de Ministros del Gobierno y secuestraron al presidente Michel Kafando y al primer ministro Yacouba Isaac Zida. Al día siguiente se anunció la formación de una junta militar de gobierno encabezada por el general Gilbert Diendéré, antiguo jefe de los servicios secretos.

La ONU y países como Estados Unidos han condenado el golpe de Estado, que trunca la trayectoria democrática del país tras las movilizaciones populares que el año pasado impidieron que el presidente Blaise Compaoré se perpetuara en el poder tras 27 años en el cargo. La Unión Africana ha expulsado a Burkina y ha dado 96 horas para que los militares devuelvan el poder a las autoridades civiles.

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