Al menos 140 muertos en violentos disturbios entre manifestantes uigures y fuerzas del orden en Xinjiang

Reuters
Actualizado: lunes, 6 julio 2009 21:24


PEKÍN, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

Al menos 140 personas murieron y más de 800 resultaron heridas este domingo en los violentos disturbios que se registraron en Urumqi, capital de la región autónoma china de Xinjiang, y de los que las autoridades regionales han responsabilizado al Congreso Mundial Uigur y a su líder, Rebiya Kadeer. Este grupo de uigures en el exilio niega rotundamente tener algo que ver con la "protesta pacífica" y denuncia que las fuerzas de seguridad chinas emprendieron una "brutal represión".

Las autoridades han conseguido restablecer la calma en Urumqi, donde ayer los incidentes dejaron numerosos coches y autobuses incendiados, así como algunas tiendas y edificios dañados. El motivo de las protestas se remonta a la muerte de dos trabajadores uigures en la provincia de Guandong (sur) a finales de junio tras ser apaleados por una turba por haber agredido presuntamente a una compañera de etnia han, la mayoritaria en China.

Sin embargo, las versiones sobre los acontecimientos de ayer divergen. Mientras desde el gobierno de Xinjiang se apuntó hoy directamente a los separatistas uigures con el Congreso Mundial Uigur a la cabeza y los medios estatales hablan de jóvenes uigures armados atacando a residentes han, desde la citada organización de uigures en el exilio se habla de una protesta pacífica que sin embargo fue duramente reprimida por las fuerzas del orden chinas.

En un comunicado recogido por la agencia oficial Xinhua, el gobierno de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang reveló hoy que las investigaciones iniciales muestran que los incidentes fueron planeados por el Congreso Mundial Uigur, encabezado por Rebiya Kadeer, conocida empresaria que fue detenida en 1999 por atentar contra la seguridad nacional y puesta en libertad bajo fianza en marzo de 2005 para recibir tratamiento médico en Estados Unidos.

"Los disturbios violentos son crímenes premeditados, organizados y violentos. Están instigados y dirigidos desde el extranjero y ejecutados por personas que se encuentran fuera de la ley en el país", denuncian las autoridades regionales, que acusan al Congreso Mundial Uigur de haber instigado los incidentes a través de internet instando a sus seguidores a "ser más valientes y hacer algo grande".

Según explicó hoy el presidente de la región, Nur Berki, todo viene motivado por un enfrentamiento entre trabajadores de etnia han y uigur en una fábrica de juguetes en la provincia de Guangdong el 26 de junio. En la pelea, desencadenada por la agresión sexual a una trabajadora han por parte de un colega de etnia uigur, murieron dos hombres de esta minoría étnica, mientras la Policía continúa investigando el incidente.

Anoche, empezó a difundirse información por internet instando a participar en una manifestación en la Plaza del Pueblo y la Puerta Sur de la ciudad de Urumqi, según Nur. Así las cosas, los manifestantes salieron a la calle a las 19.00 horas y sus concentraciones desembocaron en actos violentos de destrozos, saqueos, palizas e incendios en algunos lugares, explicó.

EL CONGRESO MUNDIAL NIEGA SU PARTICIPACIÓN

Por su parte, el Congreso Mundial Uigur (WUC, por sus siglas en inglés) condenó "en los términos más firmes posibles la brutal represión de una protesta pacífica de jóvenes uigures en Urumqi el domingo por las fuerzas de seguridad chinas". "El WUC y la líder democrática uigur Rebiya Kadeer no participaron en esta protesta", asegura la organización en un comunicado.

En este sentido, Rebiya Kadeer señaló que "es una práctica común del Gobierno chino" acusarle a ella de "la inestabilidad en Turkestán Este --nombre empleado por los uigures para referirse a su territorio-- y a su santidad el Dalai Lama por cualquier disturbio en Tíbet".

Según la dirigente del WUC, "las autoridades chinas deberían reconocer que la protesta pacífica fue desencadenada por la muerte de trabajadores uigures apaleados por una multitud en una fábrica de juguetes en Guangdong (sur) hace más de una semana". Asimismo, deberían admitir, según ella, que el hecho de que no emprendieran "ninguna acción significativa para castigar a la turba china responsable del brutal asesinato de uigures es la verdadera causa de la protesta".

El Congreso insiste en que los manifestantes eran pacíficos e incluso portaban banderas nacionales chinas, por lo que no se trataría de separatistas, y que se congregaron para "expresar su malestar por la gestión que han hecho las autoridades" de los sucesos de Guangdong así como para protestar contra el aumento de la discriminación racial a la que se enfrentan los uigures en toda China. "No son 'delincuentes' como les han acusado las autoridades chinas", aseguró Kadeer.

Sin embargo, las autoridades, en lugar de atender las "demandas legítimas" de los manifestantes, respondieron con el despliegue de agentes de la Policía regular, antidisturbios, de la Policía Especial y la Policía Popular Armada (PAP), según el WUC. Los dos últimos, añade, emplearon "gases lacrimógenos, fusiles automáticos y vehículos blindados para dispersar a los manifestantes uigures".

Por todo ello, el Congreso Mundial Uigur "llama al Gobierno chino a cesar la brutal represión sobre los manifestantes pacíficos uigures y a liberar a todos los detenidos en represalia por esta protesta". Asimismo, reclama a Pekín que "lleve a los responsables de herir y matar a trabajadores uigures en Guangdong el 26 de junio ante la justicia".

Asimismo pidió al Gobierno chino que, "en vísperas del 60 aniversario de la fundación de la República Popular China", "cambie sus políticas de asimilación forzada y genocidio cultural impuesto sobre el pacífico pueblo uigur y busque resolver la cuestión de Turkestán Este a través del diálogo pacífico".

VÍCTIMAS

Por el momento se desconoce la identidad de las víctimas o su etnia, si bien las informaciones publicadas por los medios estatales apuntan a que la mayoría serían personas de etnia han. Según Xinhua, el Hospital Popular, uno de los mayores de Urumqi, trató a 291 heridos en los disturbios, 17 de los cuales fallecieron posteriormente. Entre ellos, 233 eran han, 39 eran uigures y el resto pertenecían a otras minorías étnicas, según el director del centro, Wang Faxing.

Así las cosas, Amnistía Internacional (AI) pidió hoy a las autoridades de Urumqi que lancen una investigación "independiente e imparcial" sobre los violentos disturbios de anoche. "Las autoridades chinas deben dar explicaciones por todas las personas que murieron y han sido detenidas. Los que fueron detenidos sólo por expresar pacíficamente sus puntos de vista y ejercer su libertad de expresión, asociación y asamblea deben ser liberados inmediatamente", reclamó AI.

Según Amnistía, las políticas gubernamentales, que limitan el uso de la lengua uigur, imponen fuertes restricciones a la libertad religiosa y fomentan el flujo constante de emigrantes chinos de etnia han hacia la región, "están destruyendo sus costumbres y, junto a la discriminación laboral, están avivando el descontento y las tensiones étnicas".

Los uigures son un grupo étnico de habla turca, principalmente islámico suní, con una larga presencia histórica en el corazón de Asia Central. En China se concentran en la región occidental del país, una zona históricamente reclamada por imperios, señores de la guerra y grupos étnicos. En 1949, la región pasó a formar parte de la República Popular de China.