BAGDAD, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
Al menos 145 personas murieron y otras 238 sufrieron heridas en el peor ataque en Irak desde el comienzo de la guerra, cometido por presuntos milicianos suníes, que se sirvieron de tres coches bomba conducidos por suicidas y dos disparos de mortero para perpetrar la masacre en el barrio bagdadí de Ciudad Sadr, de mayoría chií, informó la Policía.
Los chiíes no tardaron en reaccionar al ataque, respondiendo con diez disparos de mortero mezquita suní de Abu Hanifa, en Bagdad, dejando un muerto y siete heridos.
El ataque comenzó a las 15:10 horas (hora local, 13:10 hora peninsular española), con la explosión de los tres coches bomba, en intervalos de 15 minutos, contra los mercados Jamila y Al Hay y la plaza Al Shaidein de Ciudad Sadr. Aproximadamente al mismo tiempo impactaron los disparos de mortero contra las plazas Al Shahidein y Mudhaffar.
Las fuertes explosiones dejaron las calles del noreste de Bagdad llenas de un denso humo negro y cubiertas por cadáveres quemados y sangre, mientras los residentes y los milicianos chiíes corrían a las calles, gritando consignas contra los suníes y efectuando disparos al aire.
El coronel Hassan Chalub informó de que al menos 145 personas murieron y otras 238 sufrieron heridas en el atentado múltiple, que destruyó tiendas, autobuses y coches.
Sadr City es un barrio conocido por ser el bastión del Ejército del Mahdi, milicia fiel al clérigo radical chií Muqtada al Sadr. Cientos de personas han perdido ya la vida y han sufrido heridas en sus calles debido a coches bomba.
Mientras, en otro punto del norte de Irak, 30 suníes armados con pistolas y morteros atacaron un edificio del Ministerio de Sanidad. Después de tres horas de enfrentamientos, durante las que intervinieron soldados iraquíes y helicópteros militares estadounidenses, los atacantes fueron expulsados.